Es impresionante cómo Donald Trump dicta la agenda global y cómo nadie ni nada lo detiene. Un ejemplo: la semana pasada un tribunal en materia de comercio internacional trató de tirar su guerra comercial pero, tan solo en cuestión de horas, se terminó la esperanza porque Trump logró que se diera marcha atrás a la resolución y seguir adelante con los aranceles.
Es impresionante la cantidad de juicios y procesos —locales e internacionales— que buscan frenar o cambiar ciertas decisiones del presidente estadunidense, pero nadie lo logra. Así que, sin duda, además de dictar la agenda, es un líder astuto y poderoso.
Todo parece indicar que el tema de los aranceles va en serio y que lo único que está en definición es qué tasa se le cobrará a cada país o región. Hoy los dos puntos más importantes para Estados Unidos son China —que por cierto atraviesa por mal momento, ya que ambos se acusan de haber incumplido— y la Unión Europea —con la que ya pactó una extensión hasta julio para seguir negociando.
Lo que es inminente es que Xi Jinping y Donald Trump tendrán que hablar. Hay enojo, acusaciones cruzadas por supuestas violaciones a acuerdos y un diálogo roto, por lo que ambos líderes tendrán que involucrarse de manera personal en la resolución del tema comercial.
Con Europa, aparentemente las pláticas avanzan. Se percibe voluntad y cordialidad. Ojalá que en ambos casos los acuerdos y aranceles impuestos dejen con buen sabor de boca a los involucrados.
Nvidia reportó de manera espectacular la semana pasada. A pesar del ruido que le generó el tema arancelario tiene toda su producción vendida. Los márgenes son espectaculares y el futuro sigue siendo alentador.
La debilidad del dólar se acentúa. Me parece una buena oportunidad para comprar. Todo lo que hoy afecta se puede voltear rápidamente. La baja en la calificación de la deuda de Estados Unidos, su débil situación financiera, la incertidumbre por la guerra comercial y la posible baja de tasas de interés pueden revertirse de un momento a otro.
Creo que el dólar y su hegemonía, así como los bonos del Tesoro como refugio global, seguirán por algunos años más. Pero, sin duda, es imperativo que el actual gobierno actúe en consecuencia para mandar señales de certidumbre al mundo entero. Es urgente una planeación fiscal que muestre disciplina y reduzca el endeudamiento. También es necesario buscar tener mayores ingresos a través de cambios fiscales estructurales.