En el lenguaje cotidiano solemos tomar a la ligera el significado de algunos términos que abarcan conceptos arqueológicos e históricos importantes. Tal es el caso de la Edad de piedra, término que se utiliza para denominar los periodos prehistóricos del paleolítico y neolítico (previo al uso de los metales como el bronce y el hierro). Sin embargo, la escala de tiempo escapa a la comprensión de la mayoría de las personas. El periodo del paleolítico, en el que el ser humano fue nómada y dependió principalmente de la caza y la recolección, se enmarca desde hace 2 millones de años hasta 80 siglos antes de nuestra era.
Hace aproximadamente 10 mil años se ubica la invención de la agricultura, lo cual dio origen a los asentamientos humanos permanentes y por tanto a lo que ahora llamamos arquitectura y urbanismo, este periodo finalizó hace 2 mil 200 años, cuando se comenzaron a utilizar herramientas metálicas.
Todo aquello que sucedió antes de la invención de la escritura no ha podido ser narrado por sus protagonistas, por lo que no pertenece propiamente a la historia sino a la arqueología, el estudio de los restos materiales de las culturas antiguas. El significado etimológico de arqueología deriva del griego archaios (antiguo) mientras que arquitectura proviene de archós (jefe) y tectón (constructor), por lo cual el arquitecto es quien dirige a los obreros de la construcción. Ambas disciplinas están estrechamente ligadas ya que los vestigios de las construcciones antiguas, junto con utensilios, herramientas y restos humanos, son las fuentes documentales primordiales para los arqueólogos. Como decía el filósofo alemán Hans Jonas: “Las palabras dicen más que las piedras, si bien en ocasiones estas pueden denunciar la mentiras de aquellas”.
Hace solo
4 mil años
La diferencia entre la historia y la prehistoria es la invención de la escritura que, dependiendo de la región, se dio en distintas épocas. La escritura más antigua apareció hace 4 mil años y pertenece a la cultura sumeria, que ocupó Mesopotamia, las tierras entre los ríos Tigris y Éufrates.