La mente humana es una realidad maravillosa, nos permite procesar rápidamente grandes cantidades de información.
Al abrir los ojos, el cerebro está siendo bombardeado de estímulos.
Podemos pensar en algo concreto, pero el cerebro está procesando miles de ideas en el subconsciente.
Nuestro conocimiento no es perfecto, y hay errores de juicio que somos propensos a realizar, éstos son conocidos en el campo de la psicología como los desvíos cognitivos.
Por ejemplo, la Falacia del jugador que es la tendencia a pensar que las probabilidades futuras son alteradas por los acontecimientos pasados, cuando en realidad no lo es.
La probabilidad de conseguir “atinar” cuando se tira una moneda al aire, es siempre la misma de obtener “águila o sol”, es decir, es de 50%, no importa si se ha repetido los últimos 10 lanzamientos.
Pensar que las probabilidades han cambiado es una tendencia común.
Otro desvío cognitivo es la reactividad, tendencia de las personas a actuar de forma diferente cuando saben que están siendo observadas.
En una fábrica se encargó un estudio para ver la influencia de los diferentes niveles de luz en la productividad de los trabajadores.
Lo que encontraron fue que la productividad se disparó con el cambio de la intensidad de la luz. Desafortunadamente, cuando se terminó el estudio, los niveles de productividad disminuyeron a sus niveles “normales”.
Esto debido a que el cambio en la productividad no se debe a los niveles de luz, sino a que los trabajadores estaban siendo vigilados.
Cuando las personas saben que están siendo observadas, cuidan su comportamiento.
La pareidolia es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio es percibido como una forma reconocible.
El elemento común es que el estímulo es neutral, no tiene sentido intencional, el significado está en la percepción del espectador.
Por ejemplo, las sombras de una montaña que las hacen parecer un rostro humano.
O la visión de animales o rostros en la forma de las nubes. Audición de mensajes reconocibles en grabaciones en idiomas desconocidos o reproducidas al revés.
Avistamientos de ovnis, fantasmas u otros fenómenos anormales.
Y el conocido Efecto placebo cuando se cree que una substancia tiene propiedades curativas produciendo el efecto deseado.
El efecto placebo se ha observado en personas que toman una píldora de azúcar e informan que mejoran de una verdadera dolencia.
Los placebos causan un “efecto de esperanza” (en caso de duda, la expectativa es lo más probable que ocurra) las personas “esperan” que las pastillas curen sus dolencias por ello se “sienten” curados.
El término "Placebo" se utiliza cuando los resultados se consideran favorables, cuando los resultados son negativos o perjudiciales, el término es "Nocebo"
No obstante, la maravilla de nuestra mente, ésta nos puede jugar alguna trampa, habrá que estar atentos.
luisrey1@prodigy.net.mx