Lo que sucede con los latinos y principalmente mexicanos que viven en los Estados Unidos y que no cuentan con papeles, es algo que no se sabe, ya que se dicen tantas cosas que es de llamar la atención.
Las redes sociales han empezado a mostrar detenciones por donde quiera, han dejado ver que muchos “ilegales” son “cazados” lo mismo en empresas refresqueras que en los campos agrícolas o bien, en las obras en construcción, sin olvidar restaurantes, cafeterías o supermercados.
No sabemos si realmente las detenciones y deportaciones se están llevando a gran escala, ya que en las fronteras de Coahuila y Tamaulipas, los secretarios de Seguridad Pública de ambos estados han dicho que el número de repatriados es normal, que no ha aumentado.
Además, dijeron que el cruce de México a Estados Unidos en lugar de subir, ha disminuido, por lo que realmente no se sabe qué es lo que realmente está sucediendo y a quién creerle.
Se ha hablado tanto de la decisión tomada por Donald Trump, presidente de Estados Unidos, quien desde su primer mandato ha estado en contra de los inmigrantes, por lo que de lo que se ha dicho es algo que es de llamar la atención, ya que no se duda que las redadas de latinos estén en su apogeo.
Y es que por Facebook, Tik Tok y demás redes sociales, se pueden ver diferentes historias de latinos que han sido detenidos y muchos de ellos han tenido que dejar sus pertenencias, mismas que habían logrado comprar a lo largo de los años.
Por otro lado, Donald Trump dio una tregua de un mes a México y Canadá para que vigilen sus fronteras y detengan el paso de drogas, principalmente fentanilo, para evitar que les aumenten los aranceles a las exportaciones.
No cabe duda que el mandatario norteamericano ya les tiene tomada la medida a ambos países y ahora les anunció nuevos impuestos al acero y aluminio.
Ahora a ver que se le ocurrirá mañana, que el mandatario de la nación más poderosa, sabe que tiene la sartén por el mango y sus palabras pueden ser acompañadas por hechos, sin importarle afectar principalmente a sus países vecinos.
Por un lado ojalá que lo de las deportaciones sean flor de un día y los connacionales puedan seguir trabajando en la Unión Americana sin el miedo a que los cuerpos policiacos los detengan y los deporten.
Walter.juarez@milenio.com