El peso se ha devaluado algo más del 5% en estos primeros días de septiembre

Ciudad de México /

Justo antes de terminar agosto, el precio del dólar se había fijado en 16.70, y al momento de escribir este artículo veo que se encuentra 80 centavos por arriba. La razón que detonó este movimiento fue que el Banco de México (Banxico), un día antes del cierre de mes, decidió cancelar paulatinamente el sistema de coberturas que había abierto desde el 2017, cuando el mercado cambiario estaba bastante descontrolado.

Recordemos que hubo años donde llegamos a ver el dólar en niveles de 23 y 24 pesos. Con objeto de aligerar las presiones, nuestro banco central puso a disposición de los empresarios líneas de crédito hasta por 7,500 millones de dólares (mdd) a distintos plazos, con el fin de garantizarles que tendrían dólares suficientes para cubrir sus necesidades sin tener que presionar más al tipo de cambio; la cancelación de las coberturas nos parece que es una medida correcta, pues en realidad ya no tenía caso que siguieran existiendo. Con el anuncio de Banxico, nuestra moneda se movió de los 16.70 a los 17 pesos rápidamente, pero desde inicios de este lunes pasado se siguió presionando, llegando el jueves a tocar 17.70, es decir, un peso más de lo que se había visto en agosto; sin embargo, después la divisa recortó pérdidas. Tengo la impresión de que el tipo de cambio buscará regresar a niveles más cercanos a los 17 pesos que a los 18, pero la moneda está en el aire. Desde un punto de vista estructural, nada ha cambiado, y la estimación que tenemos --cuando menos en CI Banco-- es que en diciembre nuestra moneda con respecto al dólar estará alrededor de los 17.50.

Al analizar la situación de nuestras finanzas públicas, no encuentro ningún motivo para presuponer que el tipo de cambio se pueda deteriorar. El crecimiento de la economía está muy por arriba de lo previamente estimado, los niveles de deuda --en relación, al tamaño de la economía-- siguen siendo muy bajos comparados con lo que sucede en el resto del mundo; no tenemos un abultado déficit comercial, en lo que se refiere al déficit en la cuenta corriente este anda alrededor de 1% del PIB. Con todo lo anterior, no estamos previendo problemas que pudieran deteriorar el valor de nuestra moneda; además y quizá lo más importante para explicar la fortaleza del peso, es que la tasa de interés, que ha fijado Banco de México, --como tasa de referencia– es muy alta en términos nominales, pero también en términos reales. La tasa real de la inversión en pesos supera 7%, lo cual es absurdo pues de esta manera México está regalando dinero a todos los inversionistas.

El 2024, seguramente será un poco más complicado, por lo tanto, pudiéramos ver mayor presión sobre nuestra moneda. No puedo dejar de mencionar que algo que también nos ayuda es la enorme entrada de remesas, que siguen creciendo a niveles nunca vistos; así mismo este año y posiblemente el entrante, seguiremos teniendo récords de Inversión Extranjera Directa como consecuencia del nearshoring.

El movimiento del tipo de cambio que hemos visto en la última semana me parece sano, ojalá y el peso se devaluara un poquito más, pero lo más importante es que Banxico considere el empezar a bajar la tasa de interés.

  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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