Me gustó el Plan México, pero...

Ciudad de México /

Leí cuidadosamente lo que se presentó como Plan México, y me gustó; sin embargo, y sin querer regatear nada, creo que tengo que comentar algunas dudas sobre el mismo, entorno a la base de pensar si el plan es realista; y sobre todo, si tenemos que hacer más cosas que las que ahí se exponen.

Recuerdo que en la administración anterior se hicieron muchos planes, pero en lo económico muy pocos se cumplieron; así mismo recuerdo que no le gustaba al presidente revisar resultados, ya que no era de su agrado dar cuentas de casi nada. Recordemos el caso de Pemex, ahí no se cumplió nada, para empezar no se logró incrementar la producción de crudo, amén de que no únicamente no subió la producción, sino que disminuyó. No olvidemos la Refinería de Dos Boca, dijeron que costaría 8,000 millones de dólares (mdd) y terminó en 16,000, bueno eso si es que ya se terminó, además a la fecha, parece ser que no ha refinado un solo litro de gasolina, la obra se encuentra atrasada dos años, y contando; todo lo anterior, pudo suceder porque al presidente López Obrador no le gustaba revisar resultados.

Si el Plan México establece como meta ser la décima economía mundial, mi primera pregunta sería: ¿para cuándo? La mayor parte de los objetivos del plan son ambiciosos, ojalá los logremos, pero falta elaborar los “cómos”; insisto en preguntar, en cuánto tiempo los iríamos logrando. Se necesitan calendarios para poder revisar avances y medirlos, si no contamos con eso, el Plan pierde mucha veracidad.

En especial, me llaman la atención algunos objetivos, como por ejemplo: elevar inversión como porcentaje del PIB, eso es indispensable para lograr ser la décima economía en el mundo. ¿Podremos incrementar la inversión con la fragilidad de nuestro Estado de Derecho?, sobre todo después de haber desmantelado al Poder Judicial, que claro que requiere mejoras, pero con los cambios constitucionales ahora está mucho peor que antes. ¿De qué manera podemos incrementar la inversión como porcentaje del PIB?, si las alas más radicales de Morena --muchas infiltradas en el Gobierno-- insisten en no querer que el sector privado crezca y se desarrolle.

El discurso de la sra. presidenta hacia el sector privado es mucho mejor que el de su antecesor, pero las reformas aprobadas, por ejemplo en el sector de generación de energías, no son en el mismo sentido del discurso presidencial. Al final, qué es lo que contará, la buena voluntad o las leyes que limitan al sector privado.

Por último, el Plan México debería de abordar el tema de la inseguridad y la participación del crimen organizado en la vida nacional, todos sabemos que es muy difícil resolver este problema y que tomará mucho tiempo, pero no debemos de ocultarlo; para empezar a resolverlo tenemos que reconocerlo, dejando atrás el discurso de que lo vamos a resolver con honestidad, perdón, pero así no lograremos nada.

Es imprescindible invertir en inteligencia y capacitación de las fuerzas del orden, mandar a los militares --si se quiere-- a la lucha contra el crimen y no usar al ejército para labores que no son propias; qué tienen que hacer construyendo aeropuertos y otro sin fin de proyectos que deberían contratarse en el sector privado, eso sí fortalecería la economía nacional.

Entiendo que el Plan México aún no está completo, insisto, es un buen comienzo; pero seamos realistas, pongamos fechas a los objetivos a lograr. Lo que no se mide y verifica, en base a metas calendarizadas, no es más que una lista de buenas intenciones.


  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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