La buena noticia es que existen accesorios o props que pueden ayudar a que cualquiera sea capaz de hacer la mayor parte de las asanas con la alineación idónea y, desde luego, evitando lesiones.
Los accesorios de yoga fueron popularizados por el maestro BKS Iyengar, como herramientas de apoyo para el cuerpo, para alargar los músculos, abrir las articulaciones y permitir la alineación correcta de las posturas.
Y de entre los diferentes accesorios o props, hoy te voy a hablar de dos de los más conocidos: el cinturón y el bloque o ladrillo.
Los cinturones son bandas alargadas, generalmente hechas de algodón o nylon, que desempeñan un papel fundamental al proporcionar soporte y estabilidad y, de nuevo, al posibilitar alinear las asanas proporcionando la altura o distancia necesaria que la falta de elasticidad y apertura de articulaciones impide conseguir.
Dos posiciones sirven como ejemplo perfecto para entender la función del cinturón. Supta Padangusthasana, la postura del Dedo gordo del pie reclinado, estira profundamente la parte posterior del muslo, y puede resultar difícil de realizar.
Aquí el cinturón de yoga se convierte en una extensión del brazo para poder tomar el pie evitando que encorves la espalda o dobles la pierna.
En Dhanurasana, la postura del arco, el cinturón nos permite poder tomar los tobillos cuando la flexión de la columna no es tan profunda para llegar sin esta ayuda.
Los bloques o ladrillos por su parte, permiten encontrar equilibrio, explorar posturas avanzadas y traer comodidad a la práctica.
En Utthita Parsvakonasana, la postura del Ángulo lateral extendido, el bloque se puede colocar debajo de la mano derecha para ayudar primero a crear una correcta alineación en la pierna de adelante de 90 grados entre el muslo y pantorrilla, y luego, a que la articulación de la cadera derecha tenga más espacio para rotar el muslo.
Además, la elevación que creamos en el tronco, facilita la lateralización de la postura al poder desplazar el costado izquierdo hacia atrás.
Incorporar los cinturones o bloques en la práctica, incluso los yoguis más experimentados pueden profundizar su conexión con el cuerpo, explorar nuevas posibilidades y superar limitaciones físicas, “permitiendo un crecimiento y una transformación en su práctica de yoga”.
(Con información de yoguiyoga.es, xuanlanyoga.com y milenio.com)