El temido segundo ascenso de Donald Trump al poder y sus vociferantes amenazas a literalmente todo el mundo, no sorprenden a nadie, pero dan pie para hablar de lo que este personaje representa y que podría ser ejemplo de libros de texto de psicología para ilustrar la figura del bully o buleador.
La definición de bullying o acoso es “la agresión para ejercer poder sobre otra persona, que pasa por una serie de amenazas hostiles, físicas o verbales que se repiten, para angustiar a la víctima y establecer un desequilibrio de poder entre ella y su acosador”. Sí, Donald Trump es el clásico bully.
Desde querer apoderarse de Groenlandia o el Canal de Panamá, de volver a Canadá un estado más de la Unión americana y cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, hasta las amenazas de imponer altos aranceles a cualquiera que no se pliegue a sus demandas y de deportar a millones de inmigrantes, el hijo de nada menos que una escocesa avecindada en Nueva York, recuerda a personajes como el propio Adolf Hitler en su tono y pretensiones, que finalmente dieron inicio a la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a Preston Ni, autor de Cómo manejar personas agresivas, intimidatorias y controladoras, hay muchas estrategias para enfrentar a los acosadores. Como explica el portal psychologytoday.com, “mientras permanezcas pasivo y obediente, te convertirás en un objetivo.
Muchos acosadores también son cobardes: cuando sus víctimas comienzan a mostrar agallas y defender sus derechos, un acosador a menudo retrocede”, es por eso que hoy recomendamos tres posturas que pueden reforzar la confianza en uno mismo, la autoconciencia y la fuerza interior.
Así, Utkatasana, la Silla, cuya raíz utkata significa en sánscrito “poderoso”, fortalece las piernas lo que psicológicamente fomenta la autoestima en tanto que somos capaces de sostenernos y movernos sin ayuda de nadie. Virabhdrasana II, la postura del Guerrero II, por su parte, apela al sabio guerrero interno que no enfrenta al enemigo sin antes medir las consecuencias de sus actos.
La postura “invita a mantener un estado mental de poder, energía, fortaleza, positividad, valor, enfrentamiento de las dificultades, decisión, toma de contacto con la realidad, firmeza y carácter”, y también Vrkasana, el Árbol, que brinda arraigo y sostenimiento en nuestras raíces para alzarnos en equilibrio sobre cualquier adversidad.
(Con información de insayoga.com, psychologytoday.com y liforme.com)