Cuidado con los gurús de Instagram

Ciudad de México /

Desde hace años he venido observando con curiosidad y asombro, la explosión en redes sociales de jóvenes gurusos y gurusas pseudo espirituales con sus rituales new age y sus exitosas estrategias comerciales.

Con razón en el pasado el conocimiento sólo podía ser accesible por gente con un camino recorrido. La Kabalah por ejemplo, no abría sus secretos si el practicante era menor de 40 años.

Pero más allá de la edad, porque hay personas que seguirán siendo adolescentes eternos, la superficialidad de estos influencers —que en su mayoría son mujeres con sendos escotes y sugerentes vestidos, o ya de plano sin ropa en cuentas privadas, justificando su desnudez en el “empoderamiento” femenino y generando muchos likes y suscripciones de hombres que gustan de este súper poder—, es por lo menos sorprendente.

Así, “chamanas" o “yoguis” que de un día para otro deciden transformarse en mujeres y hombres de conocimiento, ofrecen sus servicios para los incautos que caen en sus redes: Desde ceremonias de cacao u otras plantas sagradas, danzas tántricas, terapias de chakras, clases de yoga, hasta e-books que por sólo 15 dólares, prometen convertir a quien los adquiera en guías para la “renovación espiritual, la conexión profunda con la naturaleza y los ancestros, y la sanación integral”; es lo que se puede encontrar en la oferta de estos improvisados gurús.

El caso es que las y los influencers espirituales saben lo que hacen. En el caso de la industria mundial del yoga, el auge es notable y su crecimiento, como apunta el portal sparkmembership-com, se prevé que se dispare a la impresionante cifra de 215 mil millones de dólares para 2025.

Como explico en mi libro Yoga en tiempos de redes sociales, el yoga es mucho más que posturas físicas que son sólo una de sus ocho ramas. Pero además, a pesar de sus beneficios, al ser una práctica que incluye movimientos corporales inusuales, puede generar lesiones.

Por eso es necesario un maestro experimentado y presente, que sepa indicar la alineación que necesita cada alumno, incluso en asanas tan beneficiosas como Paschimottanasana, la Pinza sentada, donde es importante mantener la columna alineada sin encorvarse para evitar lesiones; “esta postura no se trata de inclinarse hacia adelante sino de mantener la espalda recta”.

Pero más allá de cualquier cosa, lo cierto es que, como se dice, cada seguidor llega al influencer que necesita.

(Con información de sparkmembership-com y elpais.com)


  • Marién Estrada
  • infocaminoamarillo7@gmail.com
  • Periodista egresada de la Universidad Iberoamericana, especializada en temas de cine y conciencia. Desde 2015 escribe la columna "Mente y Cuerpo Sanos" en Milenio Diario. Es autora de "Yoga en tiempos sociales".
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