Recientemente el concepto de libertad se utiliza a diestra y siniestra para justificar lo que sea, y como ejemplo podemos citar a los llamados “libertarios” representados por personajes como Javier Milei, Elon Musk, o en México, Ricardo Salinas Pliego.
Para el libertarismo, como explica Rob Hunter, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Princeton, “el poder público es incompatible con la actividad libre de los individuos, cuyas interacciones están mediadas exclusivamente por el mercado y despojadas de cualquier cualidad que no sea su propia voluntad”.
La Enciclopedia Filosófica de la Universidad de Stanford, añade que un “libertario admite que se puede obligar a las personas a hacer ciertas cosas, como no infringir la libertad de los demás. Sin embargo, considera inaceptable que se pueda obligar a nadie a servir a otros, ni siquiera si es por su propio bien”. Hunter define al libertarismo con una frase contundente: “Es una ideología reaccionaria que desprecia la lucha política y afirma los abusos de poder del sector privado; es la filosofía de los ricos”.
Para el yoga, cuyo objetivo último es encontrar la libertad interna que nos lleve de regreso a nuestro estado natural, —y donde “la práctica de asanas se utiliza para liberar al cuerpo de las memorias, traumas y tensiones almacenadas, y la respiración y meditación para calmar la mente y lograr tener más claridad para poder discernir qué pensamientos contribuyen a nuestro bienestar y el del entorno, y cuáles no”—, la libertad se entiende como la capacidad de actuar con conciencia de las consecuencias de nuestras elecciones, con empatía, tolerancia y respeto.
Así, la libertad para poder ser considerada como un valor universal inherente a la naturaleza humana, no puede entenderse sin responsabilidad para con uno mismo, los otros y el entorno que nos rodea.
Las asanas que abren el pecho, activan el centro de conciencia del chakra del corazón que guarda la sabiduría del amor incondicional y la compasión. Tal es el caso de Supta Virasana, la postura del Héroe reclinado, que puedes practicar en sus diferentes variantes. Una posición de extensión hacia atrás, que “expande y amplía el corazón, creando una potente y gozosa sensación de libertad”, pero además, la exigencia de la flexión profunda de las rodillas nos habla de que incluso la libertad debe acostarse.
(Con información de bbc.com, jivamuktiyoga.com, jacobinlat.com y milenio.com)