USA - México: por un nuevo trato

Jalisco /

En muchas ocasiones se presentan situaciones problemáticas cuyas características parecen simples y por tanto resolubles con un acto de autoridad por el cual se acomoden los hechos problemáticos. Parece ser el caso de la situación conflictiva entre Israel y Palestina por las agresiones a la población israelí desde el territorio palestino, Gaza, perpetradas por el grupo radical Hamas y las múltiples respuestas guerreras entre ambos países y aun de los países que respaldan a uno u otro. Parece resoluble. No lo será en tanto no se acuerde una especie de “alto al fuego” y pasemos a reconocer y sepultar a los muertos y a encontrar a los desaparecidos Nada sencillo.

En ese contexto se reúnen el primer ministro israelí y el presidente de EU, Trump. Deciden “aplanar” el conflicto “limpiando”, en varios sentidos, el territorio de Gaza. Trump asegura que Israel le entregará Gaza al concluir los combates: “Si se cumple, no habrá soldados”. Promete convertir Gaza en “uno de los desarrollos más grandes y espectaculares”. Lo dijo y aseguró este jueves 6 de febrero: si Estados Unidos tomara el control de Gaza, los palestinos tendrían una vida mejor y la oportunidad de “ser felices, estar seguros y libres”, aunque reasentados de manera permanente en otros países, en otro lugar. Además, la Franja de Gaza: “será la nueva Riviera de Oriente Medio”. Las autoridades de Palestina respondieron asegurando que el territorio de Gaza no “es un proyecto de inversión”.

“El pueblo (palestino) que se ha mantenido firme durante 15 meses (de guerra) frente a la máquina militar más poderosa y el Ejército más criminal, y que frustró el intento de desplazarlo, seguirá apegado a su tierra y no aceptará ese plan sin importar el costo”, aseguró en un comunicado el portavoz de Hamás, Abdul Latif al Qanou. Otros dirigentes, de China, Turquía y otros países árabes declararon su repudio a los planes norteamericanos al reiterar que “Palestina e Israel deben ponerse de acuerdo y resolver la ubicación de Hamas.”

Las ideas expansionistas de los gobiernos norteamericanos, respaldado por numerosos ciudadanos, no son de hoy y seguirán mañana. Distintos territorios y países han estado en la mira de los gobiernos de Estado Unidos, sea para comprarlos, sea para realizar negocios en tierra ajena o para usos “esotéricos” tal y como quiere Trump de Guantánamo, su enclave en Cuba, para convertirlo en una super cárcel para los migrantes que han violado la ley de EU. Además, quiere comprar el Canal de Panamá, Groenlandia, y parte de Canadá.

Más allá de estas ideas, surgidas en alguna de las muchas noches de insomnio, del durmiente en la Casa Blanca, la cuestión más grave en la comunidad internacional es cómo detener esa andanada de agresiones, planes “locos” y discursos altaneros. El respeto a la comunidad internacional mostrado por Trump está por debajo del cero, en números negativos. La negociación con Trump es casi imposible pues sus valentonadas están compuestas de falta de respeto diplomático en relación con los diferentes países hoy en la mira del desatado gobernante.

Y, México lindo y querido, ¿tierne posición? ¿defenderá agresiones del presidente de EU? ¿El gobierno mexicano ha elaborado una postura estratégica para las diversas alternativas? Al respecto no se dice nada de parte de la presidencia de este país. ¿El gobierno mexicano está en posición favorable para insistir al gobierno de EU que detenga y persiga a los comerciantes de fentanilo, hoy uno de los negocios más productivos; y, detenga a los contrabandistas de armas; y a los cazamigrantes?

No parece pues, perseguir, detener y regresar migrantes indocumentados es la respuesta real del gobierno de EU, más allá del “periodo de gracia” concedido a la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas. Y las posibles posturas mexicanas no serán fácilmente aceptadas por EU cuyas determinaciones sobre migración, aranceles y el contrabando de fentanilo son, a la vista de los hechos, inamovibles.

Es cierto que la supresión de la postura de “abrazos no balazos” está siendo dejada de lado. Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Nuevo León son ahora territorios de persecución policiaca – militar muy clara, no obstante que los plazos no son cortos en estos temas. Así las cosas, a Trump le falta cerrar la venta de armas y detener a la red de compra de fentanilo. Y al gobierno mexicano le falta luchar por una mayor protección legal a los migrantes indocumentados mexicanos, y hacer evidente la equivocación que supone la guerra comercial con la imposición de aranceles al comercio exterior mexicanos.

Esperemos la caída del telón del teatro trumpiano para entrar a las realidades no tan amables de la economía mexicana y sus temas urgentes. Empujemos para que así suceda.


  • Miguel Bazdresch Parada
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