Más feliz que el día anterior

León /

Podría hacer un recuento de los sucesos políticos o internacionales del año, hablar sobre las críticas al actuar de nuestros gobernantes o simplemente dar mi opinión sobre lo absurdo de algunas de las prioridades legislativas… O la frustración que me causa que el movimiento feminista se haya desvirtuado tanto, pero sería perder el tiempo, sobra análisis sobre todo eso.

Hoy prefiero hablarles de otra cosa que considero más importante y es poder hacer conciencia de que desaceleremos un poco. Nos hemos vuelto sociedades consumistas de cosas superficiales que ocupan espacio físico, de basura espiritual y mental que es tanta que no da cabida a los verdaderos tesoros que nos regalan la vida y el tiempo a cada ser humano.

Lo preocupante es que no logramos ser conscientes y en nuestro intento por buscar la felicidad en el lugar equivocado simplemente se nos va la vida. Nos perdemos nuestro tiempo con las personas que nos importan, aún teniéndolas al lado.

Perdimos la virtud de contemplar, de observar y ahora simplemente miramos, y poco a poco se va perdiendo la bonita costumbre de los abrazos y los te quiero mucho, dos momentos que ningún mensaje va a poder suplir nunca.

Sin lugar a dudas, la humanidad se encuentra en graves problemas y tampoco es algo que pueda llegar una sola persona a intentar arreglar, algo o alguien busca tenernos así: distraídos de lo importante, quitarnos la habilidad de poder soñar, robarnos nuestra naturaleza generosa, dividirnos, hacer que se nos olvide a qué vinimos a este mundo, con miedo y a la defensiva con la vida, lejos de la naturaleza, absortos en la tecnología, incapaces de voltear a ver el cielo, de ver las mariposas o de detenernos a oler las flores.

Mi mensaje para este cierre de año es que nos permitamos estar lo suficientemente despiertos, que no nos perdamos el presente y que recordemos cada día lo que de verdad importa.

Porque la realidad es que, al final de nuestro paso por esta tierra, ni siquiera el puño de tierra nos vamos a llevar. Así que ¡mejor abraza, ama, llora, canta, carcajéate, voltea a ver las estrellas, huele las flores, sonríe, descansa, corre, viaja, sueña, come rico, duerme bien, disfruta lo que haces, deja las quejas y busca las soluciones, saca ese libro que querías publicar, abre el negocio, háblale a esa chica o chico, inténtalo todo para todo y con todo! como siempre nos dice mi mamá: ¡Vivan, carajo! ¡Vivan!

¡Feliz año nuevo 2025! …lleno de oportunidades para ser mejores y cada día más felices que el día anterior.


  • Nancy Fonseca
  • Analista política en Derecho Internacional
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