El sábado previo a las elecciones, inquieta por el optimismo de la oposición, apliqué mi propia lógica a los resultados de 2018 con conocimientos de algunas variables y las cuentas me salieron así:
A los últimos censos disponibles de la población de 20 años y más (2020) los tomé como número base. A la suma de todos los que salieron a votar en 2018 la dividí entre ese número base, lo cual me produjo el porcentaje de 62%, lo cual me coincidió con la realidad. Para mis predicciones hice los siguientes cálculos: a la coalición Morena-PT-PVEM le quité el número de adultos mayores de 2018 que no sabemos cómo votaron y le añadí el 100 por ciento de adultos mayores previstos en ese cohorte de edad para 2024. No le dí importancia a los que anunciaron que se habían decepcionado de Morena y supuse que el mismo porcentaje iba a votar por la coalición, porque supuse un número de votantes por el PT estable y a los adeptos al Verde los puse a crecer por arriba del crecimiento poblacional. Al PRI, por lo que había estado observando de la cantidad de líderes renunciantes, lo reduje a la mitad y no le asigné a esos desertores a ningún partido porque estaba viendo crecer a MC y no sabía cuántos de ellos eran priistas. Al PAN lo dejé igual porque es el partido conservador estable donde no vi muchos desertores.
Esos cálculos me llevaron a los siguientes porcentajes:
Población votante del padrón: 62%. Primera desviación, dado que el PREP estima que salieron a votar entre 60 y 61%, lo cual me hizo sobreestimar las siguientes cifras, aunque no por mucho. La coalición Morena-PVEM-PT me salió sorprendentemente alta, en un 69%, y la coalición PRI-PAN-PRD, donde las cifras del PRD las reduje a casi cero, me salió en 26.6%. Por residual, a MC le puse 4.4.
Ex post veo que me equivoqué en una sobreestimación de aproximadamente 3 puntos para la coalición Morena-PT-VERDE, fui bastante acertada en la coalición PRI-PAN-PRD y subestimé en varios puntos a MC.
Ex ante, tuve la ganancia de irme tranquila a dormir esa noche del sábado, sabiendo que el examen visual de los acontecimientos trasladado a números básicos de sumas y restas siempre da como resultado estimaciones que coinciden con bastante cercanía con la realidad.