Concluida la fase regular del campeonato, con una contundente supremacía por parte del Cruz Azul, conviene a todos recordar que vendrá la Liguilla y que ahí todo se iguala.
El lugar común es muy sabio: se trata de otro torneo.
Hace menos de una semana vimos al Atlas (el décimo lugar de la tabla), poner en serios predicamentos justamente al superlíder. Con una entrega sobre el terreno de juego no vista en todos los demás partidos, los rojinegros empataron el juego a dos goles y hasta pudieron ganarlo. Los dirigidos por Martín Anselmi vivieron con un desconcierto no registrado en el torneo las acometidas de un rival que en teoría no les representaría ningún riesgo.
Vendrá antes que la Liguilla el llamado Play-In. Primero jugarán los Xolos contra el América. El que gane de esta serie se ubicará en el sitio 7 y se enfrentará al Toluca. El que pierda de este duelo tendrá otra oportunidad de pasar a la Liguilla, pues irá contra el ganador del clásico tapatío entre las Chivas y el Atlas. De aquí saldrá el lugar 8, es decir, el rival del Cruz Azul.
Así que el Cruz Azul bien podría enfrentar al América, uno de los rivales que más se le han dificultado en las últimas décadas. Y el Toluca también puede ir contra las Águilas, que no olvidemos son los bicampeones del futbol nacional.
Nadie habla de cambiar formatos. La Liguilla está más que asumida por todos. La ventaja del primer lugar se reduce a recibir mientras esté con vida todos los partidos de vuelta en su casa. Y hasta antes de la final a que, en caso de empate en el marcador de los dos juegos, accederá a la siguiente fase de forma preferencial.
Parece poco para un equipo que como el Cruz Azul arrasó e impuso récord de puntos. También generó un inusitado consenso de elogios. Pero así es y ya se sabía. No le quedará de otra a este equipo de verdad hacer consciencia de que su gesta es ya una historia prácticamente inútil.