Al futbol profesional que gobierna la FIFA no le gusta que ningún agente externo resuelva o intervenga en sus diferencias o pleitos extra deportivos. Tienen absolutamente prohibido que cualquiera de sus afiliados (jugadores, entrenadores o directivos) acudan ante la justicia ordinaria para demandarse, sea el asunto del que se trate.
La FIFA y sus federaciones afiliadas, en el caso de México la FMF, han creado instancias internas, a menudo nada transparentes, para aplicarse justicia. Es evidente que si uno revisa los casos que tienden a convertirse en escandalosos, estas instancias u organismos quedan muy rebasados.
Me refiero en esta ocasión a la sorpresiva salida o despido, hace algunas semanas, de la dirección técnica de los Tigres, de Robert Dante Siboldi.
Hoy todo indica, así lo ha denunciado en entrevista el propio Siboldi a mis queridos colegas de Multimedios Deportes (Willie González, Santiago Fourcade, Aldo Rodríguez, Claudio Núñez y Jesús Barrón) que presuntamente la directiva de los Tigres le tendió una trampa, lo acusaron con falsedades de procedimientos no éticos, para no cumplir con la oferta de renovación de su contrato por dos años.
¿Quién en la Federación Mexicana de Futbol se va a hacer cargo de investigar esta denuncia de uno de sus afiliados? No es Siboldi cualquier hijo de vecino. Se trata de un entrenador campeón del futbol mexicano y como futbolista fue una prominente figura en varios equipos.
¿Ante quién debe acudir Siboldi con garantía de respuesta y garantía de que se va a investigar de forma objetiva y profesional?
No es cualquier tema. No puede así nada más dársele vuelta a esta página. Me parece fundamental la persistencia del uruguayo para pedir que en este asunto se llegue hasta las últimas consecuencias.
Y haría bien la directiva de los Tigres, acusada por el entrenador de mentir y manipular esta historia para dañarlo, en dar su versión. Por respeto a todos.