A 7 meses de que tomara posesión Salvador Barajas del Toro como presidente de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), puedo asegurar que verdaderamente se está viviendo una crisis institucional como jamás se había visto durante los 81 años de vida de esta Federación.
Todo este cambio se inició con la herencia maldita de la gestión anterior de José Antonio Salcedo López (2020 – 2024), quien nunca buscó fortalecer y hacer crecer a la charrería federada para que los equipos grandes y chicos gozaran de los beneficios que puede dar un deporte federado, jamás le importó la integración a través de un cuerpo de jueces respetable, así como de las diferentes comisiones, con el reconocimiento a los directivos que lo acompañaron, y así; desafortunadamente creó todo un caos permanente en el cuerpo de jueces, que son tan importantes en todos los eventos y pueden dar confianza y certeza, tanto en el sector varonil como en el femenil.
Pero lo verdaderamente crítico fue la parte administrativa, que nunca se respetó en lo estatutario y mucho menos en lo económico, ya que la casa de la charrería federada fue saqueada sin el más mínimo pudor, respeto y decencia, dejando adeudos fiscales con montos muy importantes, a tal grado de que al tomar posesión Barajas del Toro, no tenía ni idea del compromiso que estaba adquiriendo, pues financieramente no se contaba ni para los gastos más elementales.
Por todo lo antes mencionado, y con una situación muy apremiante, inició su gestión con el pie izquierdo, tomando decisiones en forma personal sin el consentimiento de la Asamblea Nacional, que es la máxima autoridad de esta asociación civil, como lo fue dejar a los PUA´s sin ingreso alguno como les corresponde, según lo marcan los estatutos, y todo por no haber tenido el cuidado de exigir la auditoría externa de entrega – recepción, con el único fin de saber en qué condiciones recibiría, situación que le ha creado una condición adversa en su imagen y como representante de un Consejo Directivo, imagen que se ha complicado conforme pasan los días, y para acabarla de fregar, se presenta la intromisión y agresión de su antecesor durante los Juegos Conade, hechos muy desafortunados que agravaron aún más la imagen desgastada, criticada y muchas veces repudiada del ex presidente, personaje por el que lamentablemente esta administración está pagando las consecuencias.
A toda esta crisis institucional se aúna la Convocatoria emitida recientemente, donde se cita a los Presidentes de Unión de Asociaciones (PUA´s) a la Asamblea General Extraordinaria, que se realizará el próximo miércoles 25 de junio, ya que según la orden del día, en el punto número 6 menciona la “Presentación de la Planilla única para el Consejo Directivo 2024 – 2028”; en el número 7 indica “Ratificación de la Elección y los miembros del Consejo Directivo Electo en la pasada Asamblea del 27 de noviembre de 2024” y en el 8, “Se propone al Lic. Gerónimo Color Gasca para acudir ante el Notario Público, para protocolizar el Acta de Asamblea” siete meses después, situación que invalida de un plumazo todos los acuerdos tomados por este Consejo Directivo, por carecer de la Personalidad Jurídica requerida, así como los mismos nombramientos que se han dado, y todo gracias a la falta de una asesoría jurídica especializada, siendo una muy lamentable situación que pone en entredicho el qué, el cómo y el cuándo van a solucionar toda esta crisis institucional. Dentro de todo este contexto, vuelvo a pensar que Barajas del Toro tiene una gran oportunidad para encauzar a este deporte, que es el único que nació en México.
Esta gran sombra de Toñote se le salió de control, a tal grado que le está creando una infinidad de problemas, es urgente que ponga un alto y se deslinde de todo en lo que se ve envuelto por cubrir y proteger lo indefendible.