Ciudad de México / 20 Abr 24 La administración de José Antonio Salcedo López en la Federación Mexicana de Charrería (FMCH) se encuentra en una situación muy delicada, ya que ahora le está creando una crisis permanente por todo el cúmulo de decisiones que se tomaron sobre las rodillas y en forma totalmente improvisada, situación que lo está acorralando por sus mentiras, por sus engaños, por la corrupción institucional impuesta y por el conflicto de intereses que ha manejado durante toda su gestión, con el beneplácito y complicidad de gran parte de su Consejo Directivo.
Todo se está complicando desde afuera y desde adentro; además, es importante hacer notar que no se realizó la Junta Mensual Ordinaria del mes de marzo, donde debieron informar sobre la situación que guarda el recurso de apelación interpuesto por Marcos Ordóñez Buendía, el pasado 11 de diciembre del 2023, ante la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), donde en un principio este organismo desconcentrado no lo había validado, situación que desembocó en un amparo que dictaminó a favor de Ordóñez Buendía, en el que se ordena reiniciar o reponer la Asamblea Nacional del pasado 29 de noviembre de 2023, ya que en dicho evento oficial, sorpresivamente se firmó el cuaderno de compromisos aceptando repetir en San Luis Potosí la sede el “LXXX Congreso y Campeonato Nacional Charro 2024”, siendo una imposición totalmente fuera del orden estatutario.
El amparo deja sin efecto las decisiones tomadas en esa pasada reunión nacional de noviembre, por lo tanto, el Campeonato Nacional del 2024 queda volando, estando pendiente una próxima Reunión Nacional con un cuórum legal del 50% más uno del total de los elementos federados, para poder tomar las decisiones bajo un estricto aspecto normativo que respete los estatutos que rigen a esta Federación.
Todo lo anteriormente expuesto es muy lamentable, pero más aún que la CAAD tampoco se haya pronunciado oficialmente, pues en la entrevista de este medio, hecha al Lic. Juan B. Gómez Moreno, presidente del pleno, aseguró que había quedado en el pasado la situación de no dar resoluciones en tiempo y forma.
Lastimosamente la historia se repite con la charrería federada, donde las resoluciones o intervenciones de la CAAD son totalmente extemporáneas y sin tomarles interés, a pesar de que supuestamente su objetivo es resolver los recursos de apelación que se interpongan con la premura e importancia que se requiere.