Son 109 mexicanos los que representarán al país durante los Juegos Olímpicos de París; 63 mujeres y 46 hombres. A ellos se suman otros 2 mil atletas mexicanos que han logrado ese reconocimiento desde el año 1900. Ellos son olímpicos.
Un olímpico es un atleta con habilidades extraordinarias que ha logrado excelencia en su deporte y representa otros valores olímpicos como el de amistad y respeto.
El atleta que llega a los Juegos Olímpicos puede llevar la capacidad humana a sus límites, como planteaban los griegos. El esfuerzo va más allá del cuerpo, se requiere una mente aguda e inteligencia, por eso se une el deporte con la cultura y la educación.
Ellos son la posibilidad de un mundo mejor y pacífico construido a través de la práctica del deporte sin discriminación, con comprensión mutua y espíritu de solidaridad. Este es el objetivo del Movimiento Olímpico.
Ser excepcional cuesta mucho trabajo, por eso pocos lo logran. Antes de llegar a los Juegos Olímpicos estos deportistas practicaron su deporte entre ocho y hasta 19 años. En la preadolescencia invirtieron 250 horas de entrenamiento cada seis meses. Al alcanzar un nivel de competencia nacional necesitaron entrenar 600 horas por periodos de nueve meses.
Al llegar a los Juegos Olímpicos invierten por lo menos mil 100 horas de práctica en su deporte. Esto no incluye los entrenamientos de fuerza, otros ejercicios, las horas dedicadas a la salud mental y nutricional, o las horas de sueño. Quienes quieren ser atletas de élite necesitan de ocho a 10 horas de sueño cada noche y una siesta de 30 a 90 minutos al día para recuperar y recargar sus cuerpos.
Este año, el país con mayor número de atletas olímpicos es Estados Unidos (640), le sigue Francia (608). Hay varios que llegarán a París con solo un olímpico: Belice, Guinea Ecuatorial, Liechtenstein o Birmania. Brasil tiene 283, Argentina 147, Cuba 61. Ser elegible para participar y vivir bajo los estándares de esos valores olímpicos fuera del campo deportivo es suficiente para merecer el respeto y admiración de quienes no somos olímpicos.
En México, más de la mitad tenemos interés en los Juegos Olímpicos, según Nielsen, somos más entusiastas que el promedio global (cuatro de cada 10) y que los estadunidenses (tres de cada 10) que tiene más olímpicos y medallas que ningún otro país; sin embargo, el entusiasmo no nos hace olímpicos, tampoco mostrar esfuerzo, disciplina y dedicación día a día. Esta vez no coincido con el Comité Olímpico y su campaña “Todos somos olímpicos”, porque solo 0.0000865 por ciento de los mexicanos participará en los Juegos Olímpicos. Respetemos, admiremos, sintamos emoción y festejemos a esos 109 olímpicos en París, pero no nos colguemos una etiqueta de excepcionalidad que ellos han batallado para lograr.