Un negocio es una apuesta. Es invertir en un entorno seguro para crear comunidad y reputación, crecer y cosechar. ¿Qué pasa cuando la inseguridad mete sus garras y colmillos en las operaciones?
En México ocho de cada 10 directivos perciben que el estado de derecho se hace valer poco o nada y que la ilegalidad afecta a sus empresas, reveló el Sondeo de Seguridad Empresarial 2024 de AmCham. La inseguridad limita y desincentiva nuevas o mayores inversiones.
Oxxo cerró 191 tiendas en Nuevo Laredo para cuidar la seguridad de los trabajadores. Así, seis de cada 10 empresas se consideran algo o muy afectadas por la delincuencia. El crimen organizado es el mayor riesgo para las operaciones y según 12 por ciento, ya ha tomado control parcial de la venta, distribución o precios. Los delitos han hecho que 17 por ciento cancelara alguna distribución o venta. Oxxo es solo un ejemplo.
La respuesta a las amenazas son triples y cuádruples custodias para la mercancía, guardias armados, una avanzada y poner patrullas de custodia. Para operar, más de la mitad de las firmas invierten entre 2 y 10 por ciento de su presupuesto anual en seguridad; lo asumen como “un impuesto”, dijo Pedro Casas, vicepresidente ejecutivo de AmCham.
No obstante, “si tuviera que resumir el estudio en una oración sería que las empresas sí consideran que sus operaciones son más seguras y hay un salto en la esperanza de que mejorará el siguiente año”, dijo Pedro. Parece una contradicción, pero los datos lo avalan.
De un año a otro, 22 por ciento más de directivos dice que sus empresas fueron más seguras. Hay optimismo y el porcentaje que vislumbra más seguridad en 12 meses se incrementó 14 puntos.
Si bien es evidente que las empresas evolucionaron su inversión hacia la tecnología para la previsión, “no es coincidencia el brinco tan grande en lo que esperan a futuro en un año electoral. El cambio de administración viene con esperanza y muestra la percepción del sector privado de Claudia Sheimbaum”, me dijo Pedro.
La tarea no será sencilla para la presidenta electa y la esperanza no es menuda. Es un hecho que la percepción de inseguridad y el gasto para evitarla no pueden aumentar más. Tampoco puede hacerlo el porcentaje de empresas que por la inseguridad trasladan sus operaciones fuera de México (3 por ciento).
Los casos como los de Oxxo no son ejemplo de un desarrollo justo y con bienestar.