La definición es incorrecta, no son organizaciones terroristas internacionales. Esas empresas criminales que el gobierno de Estados Unidos señala como mexicanas son en parte estadunidenses.
Se trata de animales peligrosos que se alimentan en el norte y vacían sus vientres en el sur del continente.
Ciertamente, la definición propuesta por Donald Trump es problemática. Es un error designar como Foreign Terrorist Organizations (FTOs) —Organizaciones Terroristas Extranjeras— a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Noroeste o La Nueva Familia Michoacana, entre otros, porque si bien tienen raíces mexicanas, operan en Estados Unidos gracias a que también son estadunidenses.
ISIS, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Al Qaeda, Hamás o Hizbulá son organizaciones terroristas cuyo mando, financiamiento, armas e integrantes provienen mayoritariamente del extranjero.
En cambio, la actividad de las organizaciones criminales referidas por la administración Trump para ser incluidas en la lista de FTOs se distribuye de manera equiparable en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos.
Un ejemplo de esta realidad lo ofrece el caso Ayotzinapa. Debido a las comunicaciones compartidas por el Departamento de Estado sabemos que la orden para desaparecer a los 43 normalistas provino de Chicago, donde despachaban los altos mandos del cártel Guerreros Unidos. En efecto, en ese y prácticamente en todos los casos la sede de las empresas criminales, mal llamadas mexicanas, se localiza al norte del río Bravo, lo mismo que sus redes financieras y alguna buena parte del personal que trabaja para ellas.
Cuando se afirma que el cártel de Sinaloa tiene presencia en 50 países, se omite el dato principal: no es desde Culiacán que se dirigen las operaciones más relevantes de esa organización.
Marco Rubio, secretario de Estado de Donald Trump, presentará esta semana al Congreso de su país el nombre de ocho organizaciones criminales para que sean incluidas en la misma lista donde actualmente se encuentran las peores redes terroristas del planeta. Tocará ahora a los despachantes del Capitolio ponderar las implicaciones que tendría designar como FTOs a grupos delincuenciales cuya presencia en territorio estadunidense es densa y extensa.
Zoom: no hay manera de tratar como extranjero a un animal que come en tu casa, aun si defeca fuera de ella.