Al finalizar la década pasada, más de 70 por ciento de la población turca estaba a favor de una reforma judicial para su país por la corrupción percibida dentro de los tribunales y las fiscalías.
En 2019 el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lanzó una ambiciosa iniciativa que presuntamente buscaba afincar el Estado de derecho. Sin embargo, muy pronto este esfuerzo mereció desconfianza ya que, en vez de entregar independencia a los jueces, fue diseñado para controlar políticamente sus decisiones.
Fuera y dentro de Turquía, Erdogan recibió acusaciones por querer politizar la acción judicial. Prueba de ello fue la purga de más de 4 mil 400 jueces y fiscales que habrían sido sustituidos por nuevos funcionarios leales al mandatario y su partido.
Durante el segundo semestre de 2023, miles de manifestantes tomaron las calles de Israel, en protesta por la reforma judicial propuesta por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Las personas manifestantes denunciaron la maniobra del gobierno para evitar el control constitucional sobre sus acciones, en particular aquellas que tenían que ver con actividades militares y de inteligencia.
Ante la intransigencia de Netanyahu, creció el clamor para que el primer ministro renunciara. El ataque del grupo Hamás, del 7 de octubre pasado, sepultó este conflicto político. Es muy probable que, sin la guerra de Gaza, tanto Netanyahu como su reforma judicial habrían sucumbido.
En 2009 Bolivia modificó sus leyes para que los magistrados de los tribunales judiciales, del Consejo de la Judicatura y del Tribunal Constitucional fueran electos mediante sufragio universal. Los primeros comicios se celebraron en 2011 y estuvieron marcados por un abstencionismo que alcanzó a 60 por ciento. En el siguiente ejercicio, agendado para 2017, destacó el triunfo abrumador de jueces respaldados por el partido Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por el ex presidente Evo Morales.
Esta reforma fue un fracaso. No trajo para Bolivia un verdadero estado de derecho, los tribunales se sometieron a la arena político-electoral y la calidad de los jueces, que antes ya era pobre, empeoró.
Zoom: Tres experiencias que son bien conocidas en el mundo. Tres fiascos que alimentan el temor respecto de reformas judiciales cuyo verdadero objetivo no es hacer que la justicia funcione para las personas de a pie, sino lograr que los controles sobre el gobierno desaparezcan.