Disfrutemos cada instante de esta Liguilla. Quienes criticamos el formato de los torneos cortos tenemos que tragarnos nuestras palabras cuando llega el momento en que los equipos se juegan de verdad el pellejo por no haber ya un mañana en los decisivos partidos de las fases finales.
Tigres, qué caray. Si así hubieran jugado a lo largo de todo el torneo regular, oigan. ¿Cómo es que despertaron para exhibir parecido nivel futbolístico luego de ir abajo en la pizarra –un gol nada más, es cierto, pero esas anotaciones tempranas suelen afectar mucho el ánimo de los equipos— y terminar marcando esos cuatro tantos que sentencian ya el partido de vuelta? Misterios del futbol. O, más bien, fenómenos paranormales típicos de una Liga MX en la que los astros del firmamento comienzan a intervenir cuando las cosas se ponen al rojo vivo.
Digo, si los choriceros hacen hoy al mediodía la hombrada (con perdón del rancio terminajo machista) de darle vuelta al marcador, la mentada Liguilla será, de nuevo, el escenario favorito de legendarias hazañas.
Y sí, a veces ocurren esos milagros en el futbol –un equipo que parecía llegar al partido de vuelta con todo a su favor termina exhibiendo una extrañísima pasividad, exceso de confianza, tal vez— pero las probabilidades son mínimas.
En el momento en que este escribidor garrapatea trabajosamente su columna semanal no ha tenido todavía lugar el encuentro entre uno de los convidados beneficiados por la munificencia del tal “repechaje” –el Atlético San Luis, o sea— y las imperiales Águilas, pero las predicciones de que los de Coapa les pasarán por encima a los potosinos son todavía más sólidas que las que anuncian la derrota del Toluca, vista la abismal diferencia de calidad entre los dos equipos.
Lo del Monterrey no era enteramente de esperarse, en tanto que Santos podía dar la campanada –por tratarse, justamente, de las fases finales de un torneo en el que siempre hay sorpresas— pero terminó imponiéndose, en toda lógica y en un partido bastante pastoso (aunque, nuevamente, todo se podía haber descompuesto a la hora de la hora), gracias a ser el mejor equipo de la fase regular.
Y, bueno, falta el último partido de esta jornada, el que jugarán las Chivitas a las que que sigue con cierta tibieza este aficionado y, según el desenlace, en el que podríamos tener, en semifinales, a dos Clásicos, ni más ni menos: Chivas-América y Monterrey-Tigres.
De lujo, esta Liguilla.