La reciente decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de eliminar el subsidio al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en la gasolina Magna es, sin lugar a dudas, un golpe que afecta directamente a los automovilistas y, más allá, a toda la economía del país. Pero este aumento en los precios de los combustibles representa algo más: un lastre que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador deja como herencia a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Durante el mandato de López Obrador, uno de los compromisos centrales fue evitar el tan temido "gasolinazo". Sin embargo, la realidad es que a lo largo de su sexenio, el costo de la gasolina ha aumentado progresivamente, a pesar de las promesas de estabilidad en los precios. Y ahora, con la eliminación del estímulo fiscal a la Magna —el combustible que más se consume en México—, nos enfrentamos a un incremento inminente en el costo de la vida. Esta decisión llega justo en un momento crítico para Sheinbaum, quien, a pesar de no haber asumido aún la presidencia, deberá lidiar con las consecuencias económicas de esta política.
Este gasolinazo no solo afectará a los automovilistas, sino que también provocará un incremento en los costos del transporte, bienes y servicios, lo que se traducirá en una mayor presión inflacionaria. Sheinbaum, al iniciar su gobierno, se encontrará con un panorama económico aún más complicado, con el malestar social que estos aumentos generan.
La estrategia de López Obrador, que al principio buscaba contener los precios de los combustibles mediante subsidios al IEPS, parece haberse agotado. Ahora, el peso de esa decisión recae sobre la presidenta electa, quien deberá enfrentar una economía que, lejos de haber sido estabilizada, parece entrar en un nuevo ciclo de incertidumbre. La eliminación del subsidio es un recordatorio de que las políticas fiscales del actual gobierno no solo han tenido un impacto inmediato, sino que también proyectan sus efectos hacia el futuro, dejando una factura difícil de pagar para la próxima administración.
Este nuevo gasolinazo exhibe una estrategia que ya no es sostenible y que genera un serio problema para Sheinbaum. La expectativa de la ciudadanía será alta, y los primeros meses de su gobierno estarán marcados por la necesidad de dar respuestas claras a estos problemas. AMLO le ha dejado un escenario complicado: una economía frágil, una sociedad cada vez más consciente de los aumentos y un legado fiscal que, lejos de facilitarle las cosas, parece haberle puesto una barrera desde el primer día.