Pasan tantas cosas al mismo tiempo estos días que hasta parece que es por diseño. En un domingo de Super Bowl, por ejemplo, Donald Trump le “cambió” el nombre al Golfo de México, aseguró que eliminaría los centavos y tuvo tiempo hasta de incitar abucheos a Taylor Swift en sus redes sociales durante el partido.
Si la intención es que no le prestemos atención a lo importante, porque estamos rodeados de ruido y escándalo, hay que admitir que les salió muy bien.
Durante los comerciales del SB en Estados Unidos, sin embargo, sí ocurrió algo espantoso y aun más espantoso el hecho de que no haya sido un escándalo. Kanye West, después de pasar tres días adorando a Hitler y gritando cosas antisemitas en X, pagó un anuncio terrible que solo dirigía a la gente a su tienda online. Tienda que para ese momento solo vendía un objeto: una camiseta blanca con un suástica nazi impresa en el frente.
Ante este horror y aún más, ante la indiferencia de muchos al respecto, apareció un video de un grupo grande de judíos famosos con una camiseta que solo decía #FuckYouKanye. Me uno al sentimiento, pero el hecho de que el video haya sido generado por IA es problemático. Por eso comprendo que Scarlett Johansson, que es judía, haya replicado en contra.
Así fue como, una vez más, el ruido de estos tiempos diluye el mensaje. Con temas así de peligrosos hubiera sido fantástico que la respuesta (que fue la correcta) contra Kanye hubiese venido de personas reales y no de una creación virtual. Pero sí, #FuckYouKanye. Eso ultimo sí lo firmo yo.