Ya lo sé. El señor vende más conciertos, genera terremotos en streaming musical y además resulta ser que se ha dedicado no solo a hacer su música que tantos aman y que tantos aman odiar, sino que ha resultado ser una gran voz –así como lo es Lin-Manuel Miranda– para Puerto Rico, especialmente cuando los huracanes dejan devastada la isla y la autoridad oficial simplemente no informa y mucho menos ayuda ante la devastación.
El fenómeno de Bad Bunny es tal que puedo asegurarles que en 25 años de carrera no importa lo que haya estado de moda o lo grandioso de los artistas que se pueden presentar en México, nunca me han preguntado más personas si hay manera de conseguir boletos para sus visitas, pagados o no, a través de cualquier contacto en la industria. La respuesta es siempre no. No porque no quieran, sino porque ya no cabe un alma más en donde sea que haya un respiro del reguetonero.
¿Que si me gusta su música? Eso creo que ya está demás, porque no es lo interesante de este fenómeno (y si me han leído antes creo que saben la respuesta, sobre todo a lo que el género que él domina se refiere), pero sí me gusta ver noticias como que Jonás Cuarón, guionista y director (y sí, hijo de Alfonso) será quien dirija la película El Muerto, la cual protagoniza BB y es parte del universo de Spider Man de Marvel, aún a cargo de Sony Pictures. Lo relevante aquí es que será un mexicano dirigiendo al hispanoparlante más popular del mundo en la única cinta cuyo protagonista es latino (El Muerto en su vida habitual se llama Juan Carlos Estrada, oriundo de Sonora, en papel y ahora en la pantalla grande). Lo que hubiera dado por estar en una cena escuchando a los Cuarón cuando se tomó esta decisión. ¿Les digo algo? Lograron intrigarme.
Susana Moscatel