El Poder Legislativo muestra en estos tiempos su “plusvalía”. El mejor ejemplo data desde el 2 de junio y la sobre representación de partidos políticos, principalmente en el Congreso de La Unión, moralmente criticado pero legalmente especificado, del cual el grupo en el poder sacará renta de las reformas aplicadas hace 16 años.
Mientras la 4T y todo a su alrededor hace referencia de los cambios efectuados precisamente por sus antagonistas PAN y PRI en el sexenio calderonista, de lo cual (y tienen razón) ellos no tienen nada de culpabilidad, azules y tricolores no reconocen el error cometido y todo indica pagarán muy caro a partir de septiembre.
El caso parece encontrar el mismo destino en Tamaulipas. La modificación a la ley se pasó sin quitarle una sola coma en 2009. Si bien Morena ganó 21 de 22 distritos, pinta de color guinda cerca de tres cuartas parte del Pleno, tomando en cuenta las plurinominales y el reparto que hará en el futuro el Instituto Electoral.
Hay otro asunto no menos relevante a considerar en las fechas previas a la Plenaria a realizarse por el organismo político y rumbo a la toma de posesión para los trabajos que arrancarán el 1 de octubre. ¿Quién será el nuevo pastor por los siguientes tres años? Hoy existe una terna dispuesta a ocupar esa posición.
La primera es Úrsula Salazar Mojica, actual titular de la Junta de Gobierno y tras el embrollo acontecido desde el último año cabecista, con las rupturas en la bancada, se mantuvo firme y recibió del propio Américo Villarreal ya como gobernador, el visto bueno para arrebatarle al panismo el liderazgo en el Parlamento.
Tiene ahora dos rivales dentro de esa carrera. Una es mujer, la dirigente del partido a nivel estatal Yuriria Iturbe. Comenzó esa mención la semana pasada, aunque la cuestión es qué tan buena pieza puede ser para una encomienda de alto calibre.
El tercero en discordia, el reynosense Armando Zertuche, es otro contendiente pero ya sin la fuerza impulsora a dirigir brevemente el Grupo Parlamentario y el mismo Congreso en el 2021.
Lo primero a resolver rumbo al segundo piso de la transformación tamaulipeca, el eslogan propuesto por el actual sistema, es definir al nuevo líder de los diputados locales. La tarea es complicada… muy complicada.