Stefon Harris en El Cantoral

Ciudad de México /

En una ocasión Stefon Harris declaró que “el vibráfono es sólo un bonche de metal y madera”. Lo que pareciera una frase despectiva, tiene un fondo de verdad. Lo importante no es el instrumento en sí, sino quien lo hace vivir. El músico que ganó reconocimiento a partir de su debut discográfico en 1998, afirma que “lo importante es el espíritu de la persona que pasa a través del instrumento, eso es mágico. Lionel Hampton tenía un espíritu tan alegre y energético, que cuando lo veías tocar le daba alegría a tu corazón”.

Con una intensa formación que le permitió acercarse a los grandes vibrafonistas de la corta historia de este instrumento en el jazz, Harris se ha ganado su lugar por la singularidad de su propuesta sonora. El músico, que se presentará con su grupo Blackout en El Cantoral el 21 de junio, en el ciclo New York Jazz All Stars, afirma que una de las cosas que más le gustan de su instrumento es que permite usar todo el cuerpo. “Si tocara la tuba, tendría que sentarme, pero con el vibráfono puedo bailar, puedo mover los brazos. Es un instrumento hermoso y expresivo”. 

Harris cuenta que bautizó a su grupo Blackout, palabra que significa apagón, porque “quería borrar cualquier definición estrecha de lo que es la música. Decidimos que, si yo provenía de la Iglesia, tendríamos algo de música góspel involucrada. Nuestro pianista cuando se fundó el grupo, Marc Cary, gustaba de otros géneros, así que los integramos, otro músico tenía influencia del hip hop y otro del rock. Lleváramos lo que lleváramos al grupo, no nos interesaba cuál era la definición de jazz, sólo íbamos a crear música desde el corazón para llevarla hacia adelante”. 

Harris considera la empatía como un elemento fundamental de su propuesta, algo que predica desde el escenario. “Uno de los elementos más hermosos de vivir la experiencia del jazz es que tienes a un grupo de personas en el escenario frente a un público vivo que no sabe lo que va a pasar”, dice al respecto.

“Cuando la gente observa el proceso del jazz, que es algo que va más allá de las notas, está ante un mensaje”. 

CODA

De la música

clásica al jazz

Formado en la música clásica, Harris cambió su vida al contacto con el jazz. “De inmediato hice una conexión: descubrí mi habilidad para contar sin reglas mi propia historia y la de mi gente, aprendí a ser auténtico y a decir las cosas desde el corazón. Me sentí liberado y nunca vi hacia atrás”.


  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
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