El oficial José Eduardo patrullaba sobre avenida Cuitláhuac, en la alcaldía Azcapotzalco. Durante su rondín, recibió por la frecuencia de radio de la policía, el reporte sobre una persona que había sido extorsionada por una pareja, muy cerca de donde él se encontraba. El elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México se acercó a la dirección donde habían sido vistos los sospechosos, quienes fueron sorprendidos contando el dinero que le habían exigido a la víctima.
Un hombre de 57 años había pedido ayuda a través del número de emergencias 911 y dijo que momentos antes entregó dinero a un hombre y una mujer, quienes circulaban en una camioneta tipo Ram blanca; personas que días antes bajaron de ésta y dejaron en casa del afectado algunos mensajes en los que lo amenazaban de hacerle daño a él y su familia si no les pagaban 20 mil pesos por protección.
Diseño Moisés Butze
Desde su patrulla, el oficial pidió el apoyo de otro compañero y llegaron en menos de tres minutos al cruce de Boulevard de los Ferrocarriles y la calle Kioka, en la colonia Euzkadi. José Eduardo bajó de la unidad y observó que una camioneta—con las características del vehículo en el que se movían los delincuentes—estaba estacionada con un hombre y una mujer dentro. En ese momento les indicó que descendieran de la misma para hacerles una revisión preventiva al ser los posibles responsables de dicha extorsión.
Fue entonces que se percató que en el asiento había una mochila, la tomó y encontró dentro de ésta una pistola calibre nueve milímetros con cartuchos útiles. La pareja traía consigo además seis teléfonos celulares, 10 chips de una compañía telefónica, dinero y una credencial que ostentaba al hombre como supuesto funcionario del área de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
“Cuando le hago la indicación al hombre para que descienda de la unidad, él en automático nos sacó una credencial donde indicaba que es representante de Derechos Humanos y que es funcionario y servidor público como nosotros, que realmente cómo iba a estar haciendo un acto delictivo. Verifiqué la identificación y sí decía la leyenda de Derechos Humanos, abajo decía que estaba expedida por la Secretaría de Gobernación.
“Le indico que conforme al protocolo, por la indicación a la denuncia que traía en el conocimiento de los hechos, debo hacerle una revisión preventiva a su camioneta. Su reacción fue evadir la revisión y qué dónde estaba la persona denunciante”, contó el policía José Eduardo a MILENIO.
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El policía detuvo al hombre y su compañero a la mujer que acompañaba al presunto funcionario. Los detenidos fueron identificados como Ángel "N" y Rosemary "N", de 37 y 26 años. En ese momento, un hombre de 57 años de edad se acercó a los policías y señaló a que, en días pasados, recibió amenazas en las que le exigían entregar una cantidad de dinero a cambio de evitar daños en su integridad física, la de sus familiares y en su patrimonio, y agregó que los probables responsables lo citaron en dicho punto para realizar el pago correspondiente.
“En ese momento el hombre nos refirió que era la persona que pidió el auxilio mediante el 911 indicando que esas personas (los detenidos) eran los responsables de que en días anteriores, mediante cámaras de seguridad, observó cómo de esa misma camioneta descendió el mismo hombre y le ingresaba al buzón de su domicilio una hoja con mensajes donde le refería que si no quería ser víctima de algún daño físico contra él o su familia, tenía que entregar 20 mil pesos semanales.
“Ese día que fueron los hechos, era la primera cita para que les entregara la cantidad y después de ahí ya eventualmente cada semana tenía que pagar esa cuota el señor para que no sufriera algún daño (…) hicieron su tiempo y todavía estaban contando el dinero y cuando llegamos tenían los billetes de la denominación que nos dijo el denunciante y correspondía al dinero que traían”, relató el oficial, quien lleva nueve años en la SSC.
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El afectado refirió a los policías que anteriormente era comerciante y tenía algunos locales en la alcaldía, “pero nunca le había pasado ésta situación”, pero “como lo tenían ubicado y a su familia, si no quería que les hicieran daño, tenía que pagar una protección”.
El policía José Eduardo comentó que el detenido Ángel "N" les dijo que Rosemary "N" era su pareja, era venezolana y trabajaba en una agencia de modelaje. La mujer, recuerda, contó que ella solo lo había acompañado y supuestamente “venía al recibimiento de un dinero, pero desconocía por qué motivo”. No obstante, de acuerdo con grabaciones de cámaras de seguridad en la zona donde habían dejado las amenazas al señor, éste “había observado a la mujer que también iba a bordo de la camioneta”.
En tanto, a decir del policía, el detenido los amenazó diciéndole que “no sabía con quién se había metido y que él también conocía a personas en la rama de la política”, incluso, “pidió que si se le daba la oportunidad de hablar con la parte afectada”, pero por protocolo no fue posible.
"En lo personal, cuando tomo conocimiento que voy a dirigirme a una emergencia de este ámbito, la verdad lo único en lo que me enfoco es en lograr la detención. Miedo como tal no hay, uno sabe que esas palabras del delincuente lo hacen como para, en determinado momento, confundirnos o no declarar en tiempo y forma, para que echemos a perder la puesta a disposición y tengan su libertad inmediata. En mi persona no, todo eso se me quita, se me olvida y lo único que me interesa es hacer la presentación de la persona que está causando daño", manifestó.
Los detenidos fueron trasladados ante el agente del Ministerio Público, quien se encargaría de iniciar la carpeta de investigación correspondiente y definiría su situación legal.
La SSC cuenta con información que refiere que el detenido está relacionado con una investigación iniciada en 2018, por el delito de portación de arma de fuego. Asimismo, la camioneta con placas de circulación del Estado de México, al parecer se encuentra relacionada con un evento de portación de arma de fuego que se registró en la alcaldía Miguel Hidalgo.
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