La presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que México quiere continuar el T-MEC con Estados Unidos y Canadá, para lo cual tiene en marcha el Plan México, que reduce la importación de productos chinos y, en su lugar, aumenta la producción en Norteamérica.
“Nosotros tenemos un plan que está desarrollando el secretario de Hacienda (Rogelio Ramírez de la O) y de Economía (Marcelo Ebrard) con el objetivo de sustituir esas importaciones que vienen de China y la mayor parte producirlas en México, ya sea con empresas mexicanas o de Norteamérica, y si no con otros países que tenemos relación como Europa, por ejemplo”.
Sheinbaum hizo estas declaraciones después de que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han expresado su preocupación por las inversiones chinas y productos de ese país que ingresan a Norteamérica a través del territorio mexicano.
La presión subió esta semana en particular desde Canadá, donde el conservador Doug Ford, primer ministro de Ontario, la mayor provincia canadiense, aseveró que todos los líderes provinciales y territoriales están de acuerdo en expulsar a México del T-MEC por los productos chinos.
Ayer en su conferencia y tras mostrar las gráficas de las importaciones chinas, la Presidenta abundó que el objetivo en el sexenio es reducir aún más la entrada de esos productos.
“Tenemos un plan de inversión en infraestructura y de inversiones extranjera y nacional en varias áreas y sectores. Es parte de lo que estamos desarrollando con los polos de Bienestar, de los que ustedes me escucharon hablar durante toda la campaña”, abundó.
En la conferencia en Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum volvió a referirse a la relación con Estados Unidos.
“Lo que planteamos siempre es que no haya subordinación, sino colaboración, coordinación y diálogo de alto nivel. Eso es lo que cualquier presidente de México que representa al país con dignidad, reconociendo nuestra soberanía, tiene que pedir: una coordinación permanente en todos los temas. Lo que planteamos siempre es que haya respeto y que nosotros no podemos subordinarnos, sino al revés, colaborar”, destacó.
La mandataria, además, descartó que los productos chinos entren a Norteamérica por México y expuso que los tres países que integran el T-MEC tienen muchas importaciones procedente de dicha nación.
“Esta idea de que a través de México están entrando los productos chinos para llevarlos a Estados Unidos no es correcta. Y eso lo demostré el día que estuvieron aquí los empresarios mexicanos y estadunidenses, el 15 de octubre”, resaltó.
En su conferencia matutina también presentó una gráfica que muestra que en Estados Unidos las importaciones de Asia en el sector electrónico representan 32.4 por ciento, en el eléctrico 8.8 por ciento, en el automotriz 7.5 por ciento, y en maquinaria y equipo 6.1 por ciento.
Mostró que en México las importaciones asiáticas significan en el sector electrónico 41.1 por ciento, en el eléctrico 9 por ciento, en el automotriz 5.2 por ciento, y en maquinaria y equipo 6.8 por ciento.
“Es evidente para todo el mundo que China se volvió uno de los grandes exportadores, ese fue un proyecto de ese país y de Estados Unidos al incorporarlo a la Organización Mundial de Comercio”.
En su intervención, el secretario Ramírez de la O explicó que el país tiene un desbalance con la economía China, con una diferencia actual de 80 mil millones de dólares.
Explicó que esta diferencia “está creciendo en el tiempo y llevó en 2021 al anterior presidente (Andrés Manuel López Obrador) a plantear un proyecto que se mencionó a Biden en los diálogos de alto nivel.
“No es un proyecto solo para México… como Norteamérica es un bloque comercial que tiene un tratado en el cual hay un cierto nivel de búsqueda para optimizar las condiciones de esa zona geográfica se lo propusimos al presidente Biden. En ese momento no tenía este grado de conciencia que hoy hay sobre el desbalance con China, y por eso es que está cobrando fuerza”, apuntó.
Ve Hacienda “blindaje"
El secretario de Hacienda afirmó que el país está “blindado” ante la volatilidad del precio del petróleo en 2025 por las guerras en Ucrania y Gaza, así como la próxima presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
El funcionario defendió en la conferencia matutina que el presupuesto de 2025 contemple 57.8 dólares por barril de crudo, por debajo del precio de 70.7 estimado para 2024, y el crecimiento anual previsto de 4.3 % en los ingresos petroleros.
“México está blindado por muchos lados, el presupuesto es una cosa y el blindaje es otra; los extremos de la curva de probabilidades son riesgos, pero nosotros no podemos usar eso”, argumentó el funcionario cuestionado sobre el asunto.
Los ingresos petroleros son poco más de la octava parte de los totales, que ascienden a un estimado de 8 mil 55 billones de pesos para 2025.
Además, las calificadoras internacionales han advertido de los riesgos que implica Petróleos Mexicanos (Pemex) para las finanzas públicas.
Sin embargo, argumentó que el cálculo del precio del petróleo en el presupuesto está basado en una fórmula “obligatoria” por ley que considera “los futuros, los promedios de los últimos 10 años” y otras variables.
“El precio del petróleo puede subir si hay algo en Ucrania, se puede desplomar si el presidente Trump lleva adelante su proyecto de aumentar la producción a lo máximo, entonces, nosotros en Hacienda lo que usamos es una fórmula, que existe desde los años 90”.