El hogar, lejos de ser un refugio seguro, se ha convertido en un entorno de riesgo para decenas de niñas, niños y adolescentes en el estado de Guanajuato.
Pese a que el seno familiar debería ser el espacio más seguro para el desarrollo de las infancias, en la entidad 81 menores han tenido que ser atendidos en hospitales públicos debido a lesiones provocadas por violencia intrafamiliar; las heridas incluyen desde golpes y cortaduras, hasta fracturas y otras lesiones graves.
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De acuerdo con información del Sistema de Salud Estatal, obtenida por Milenio a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, durante 2024 se registraron 64 casos de menores lesionados por esta causa.
En lo que va de 2025, hasta el cierre de marzo, ya suman 17 nuevos casos, lo que enciende las alertas sobre la persistencia de esta problemática.
Infancias expuestas también a las drogas
Además de los casos de violencia, los hospitales públicos del estado también han recibido a 12 menores de edad intoxicados por el consumo de drogas sintéticas, narcóticos y psicodislépticos en el mismo periodo.
Una intoxicación por este tipo de sustancias, a tan temprana edad, no solo representa un riesgo inmediato para la vida, sino que también compromete gravemente el desarrollo físico y mental de niñas, niños y adolescentes, generando afectaciones a largo plazo.
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Cada 48 horas, cinco denuncias por violencia contra menores
Otra cifra que evidencia el nivel de riesgo que enfrentan las infancias guanajuatenses proviene de la Procuraduría Estatal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PEPNNA).
Según los reportes oficiales, durante todo 2024 se presentaron 973 denuncias por actos de violencia en contra de menores de edad, lo que equivale a cinco denuncias cada 48 horas ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Estas estadísticas reflejan una realidad alarmante: la niñez en Guanajuato está expuesta a entornos violentos, negligencia y abusos, muchas veces dentro del mismo hogar que debería protegerlos.