Ya siete años de la Reforma Constitucional en Derechos Humanos y la Suprema Corte de Justicia no ha logrado construir una teoría propia en la materia; por lo que los próximos relevos en el pleno del organismo representan una oportunidad para enfocarse hacia ese objetivo, indicó José Luis Caballero, director del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana.
“Como resultado de este proceso, y después de mucho tiempo, esfuerzo y hasta desencuentros, la Corte tiene una gran oportunidad para generar una teoría constitucional sobre la interpretación de los derechos fundamentales, y una teoría sobre cómo aplicar los derechos en este país”, agregó el también doctor en Derecho por la UNED de España.
Caballero Ochoa explicó que en 2011 las grandes deformas que incluyeron también modificaciones a los Juicios de Amparo, abrieron la puerta para incorporar al orden constitucional los acuerdos en derechos humanos alcanzados y firmados mediante tratados internacionales.
“La Corte necesita también fortalecer su visión en materia de cómo interaccionan los tratados internacionales con el orden constitucional. En algunas partes del organismo todavía se podrían mejorar las formas para encontrar las rutas interpretativas del Artículos Primero Constitucional. Ahí hay todavía una gran área de oportunidad”, indicó.
Por lo tanto, afirmó que, de entre los perfiles que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió hace unos días al Senado para ocupar la vacante del exministro José Ramón Cossío, el perfil más adecuado a esa visión internacionalista y de enfoque a los Derechos Humanos es el de Loretta Ortiz Ahlf.
“La doctora Ortiz tiene precisamente esa postura internacionalista y, como los hemos visto a lo largo de su trayectoria, tiene una gran pasión por los Derechos Humanos; en específico por la aplicación en el Derecho de la ruta de los Derechos Humanos”, detalló.
El especialista abundó en que también resulta fundamental el incorporar en la Suprema Corte la perspectiva de género en esa búsqueda de la defensa de los Derechos Humanos, por lo que sería muy acertado que la designada para incorporarse al pleno sea una mujer.
“La proporción deseable en la conformación de la Corte sería una paridad de género; básicamente la mitad conformada por hombres y la mitad por mujeres. Pero, por lo pronto, debemos preocuparnos por no dejar al pleno con sólo una mujer”, finalizó.
evl