Aunque la tensión en el mercado se mantendrá, no alcanzará los niveles de la crisis de 2022-2023.

Impulsado por el transporte, a pesar de reducir su previsión para 2024 debido a la debilidad económica de China.

La organización defiende que el petróleo y el gas seguirán siendo esenciales para la seguridad energética global.

La incapacidad humana para actuar con anticipación ante los peligros lejanos impide que se tomen las medidas necesarias ahora

Para 2024, las previsiones sobre la fortaleza del crecimiento de la demanda petrolera están más divididas de lo habitual, en parte debido a las diferencias sobre China.

La agencia revisa a la baja, por segundo mes consecutivo, su previsión de la demanda global de petróleo para 2024 debido a la caída del consumo en Europa y Estados Unidos, y a la ralentización del crecimiento en China.

Las compras del primer trimestre fueron equivalentes a las ventas totales de todo el año 2020, refirió la AIE.

La demanda de combustibles fósiles bajará a medida que suban las ventas de autos eléctricos y la economía china crezca más despacio hacia energías más limpias.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda mundial de combustibles fósiles alcanzará su punto máximo en 2030, a medida que aumenten las ventas de automóviles eléctricos y la economía china crezca más despacio.

La IEA estimó que emplear menos energía nuclear de lo previsto en el camino a las emisiones cero, costará a los consumidores 20 mil millones de dólares más al año hasta 2050.