La Orquesta Filarmónica del Desierto (OFDC), de Coahuila de Zaragoza, tocará en el Palacio de Bellas Artes bajo la batuta de Natanael Espinoza para demostrar cómo suena la música en el noreste del país.
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A tres años de su creación, la orquesta se presentará por primera vez en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, el próximo 28 de enero a las 19:00 horas. Su objetvo es difundir música de calidad entre el público de Coahuila, por lo que suele diseñar programas versátiles.
El programa incluye la obra Díptico sinfónico Maximiliano y Carlota, del compositor regiomontano Arturo Rodríguez, además de la presentación del guitarrista coahuilense Martín Madrigal.
También tocarán la obertura Rienzi, de Richard Wagner; Tangata de agosto, de Máximo Diego Pujol y la Sinfonía No. 5 en mi menor, op. 64, de Piotr Ilich Tchaikovski.
“Lo que puede llegar a caracterizar a este concierto es que el público podrá escuchar a una orquesta de reciente creación, que no tiene geográficamente nada que ver con el centro. Les vamos a ofrecer a qué sabe una orquesta del norte, con elementos jóvenes capaces de interpretar un programa y un catálogo de música de concierto, pero también nos arriesgamos y nos salimos del esquema para presentar un poco de música contemporánea, que se ha escrito no hace mucho tiempo, como el Díptico de Maximiliano y Carlota", sostuvo Espinoza.
La orquesta, que está en la búsqueda de descubrir su propio sonido, está conformada por músicos jóvenes con una gran energía y una sólida preparación, algunos de ellos han concluido sus maestrías en Europa; otros egresaron recientemente de las escuelas.
“Estamos estrenando prácticamente todos los repertorios, no va a sonar igual que cualquier otra orquesta”, añadió el director.
Por su parte, Ana Sofía García Camil, secretaria de Cultura de Coahuila, subrayó la importancia de los conciertos didácticos que ofrece esta agrupación.
“Es una manera en que estamos acercando la música a la población, como también lo hace la banda del estado o la Camerata de Coahuila, que si bien no es del gobierno del estado, trabajamos con ella en conjunto. Tenemos, además, orquestas infantiles y juveniles en la entidad para ofrecer música a todos los sectores de la población”.
Un reto millonario y el nacimiento de un legado
El reto de Natanael Espinoza como director de la OFDC es poner en sintonía tantos criterios, capacidades, formas de pensar y de tocar.
“La orquesta actualmente cuenta con 66 músicos de México, España, Cuba, Rusia, Alemania, Armenia, Estados Unidos y Canadá que hicieron audiciones para poder ingresar”.
Para brindar dos series de conciertos por temporada, con 12 conciertos cada una, tanto en su sede —el Teatro del Ciudad Fernando Soler— como en los municipios del estado de Coahuila, la OFDC cuenta con un presupuesto anual de 22 millones de pesos.
“Yo no llegué a recibir una orquesta de tradición, a mi me dieron la paleta de colores. No había cuadro, únicamente estaba el lienzo y eso es lo mágico. No me puedo olvidar del primer ensayo que tuvimos, pues el sonido no fue bueno, pero lo importante es que cuando sonó la orquesta fue histórico para el estado, estaba naciendo una gran legado cultural”.
Para alcanzar la calidad ideal en la OFDC, Espinoza trabaja en unificar criterios y las dinámicas de las secciones: “pongo especial énfasis en el color de los pasajes, para lograr un sonido robusto y de esa forma consolidar nuestra identidad, pero eso se logra con la disciplina y con años de tocar y tocar”.
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