“Kichink es una plataforma de e-commerce que permite a cualquier persona o empresa, abrir su propia tienda en línea. Es una solución integral que apoya el comercio electrónico con estrategias logística, para que sus clientes puedan dedicarse a producir, vender más y hacer crecer sus negocios”, asegura Amhed Bautista, uno de los seis socios, quien platica del desarrollo y éxitos logrados por esta empresa mexicana.
Kichink organiza, desde la página web para vender los productos o servicios, hasta el carrito de compras.
“Realiza todas las páginas de procesamientos de pagos y de logística; el modelo completo de negocio por transacción; crea ligas personalizadas para enviarlas a contactos, ayuda para procesar pagos con tarjetas de crédito o en efectivo, con más de 20 mil puntos en todo el país y se encarga de que la venta llegue a cualquier parte de México o del mundo. Es una plataforma que democratiza el comercio electrónico”, asegura Amhed.
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Su modelo es sencillo, se paga una comisión fija de 7.5 por ciento por transacción. Si no hay venta, no hay pago. No hay cobro de entrada, ni tarifa mensual. En cuanto a la logística existe flexibilidad.
“El antecedente de Kichink fue una agencia de e-commerce creada por Claudio del Conde y Claudia de Heredia, en 2011. Ante la gran demanda por sus servicios, y después de una incubación en Estados Unidos, formaron Kichink al lado de Paul y Jennifer Marquard, en 2012”, comenta.
Amhed confiesa que el inicio no fue fácil; en 2013, cuando él se hizo socio, solamente manejaban unas cuantas pequeñas boutiques.
“Como era un modelo poco conocido en México, buscaban a los clientes, mediante citas personales.
Sin embargo, los primeros clientes trajeron más, y éstos a más, multiplicándose de forma vertiginosa. Las primeras seis tiendas se convirtieron en 60, en mil, luego 10 mil.
“En 2016 alcanzaron la fabulosa cifra de 80 mil. Su objetivo es terminar este año con 100 mil”. Venden casi un millón de productos: ropa, maquillaje, relojes, lentes, juguetes, artesanías, alimentos orgánicos, entre otros.
En 2014 Kichink ganó el premio al emprendedor de Alto Impacto, por parte del gobierno mexicano y el INADEM. En 2015 Google la reconoció con el premio Game Changer a su capacidad innovadora y agente de cambio.
Comparte Amhed que, “Kichink es una referencia onomatopéyica del ruido que hace una vieja máquina registradora”. Sutil, pero capaz de irrumpir en la industria e-commerce con enorme potencia.
REPL