Fomentar el aprendizaje, dando sentido y valor a la tecnología

Dejó los estudios de aeronáutica, al enfermar su padre la necesidad lo impulsó a realizar un proyecto de desarrollo tecnológico que ganó el primer Startup Weekend en Tuxtla Gutiérrez.

Antonio Anaya Hernández/Pretoria Agrotech
Ciudad de México /

Pretoria Agrotech es una empresa de software para apoyar a la explotación ganadera adaptando tecnología que generalmente es utilizada en la astrofísica, asegura Antonio Anaya Hernández, un joven chiapaneco, nacido en Tuxtla Gutiérrez, quien ha recorrido un largo camino de estudio, investigación y creación de proyectos, alguno de ellos, dignos de reconocimiento y apoyo.

“El software que se utiliza en México en ganadería, comenta Antonio de Jesús, es atendido por Costa Rica o Argentina y es un tanto complejo”. Pensando en los pequeños productores, él y algunos investigadores chiapanecos desarrollaron una plataforma adecuada a las necesidades de la ganadería local.

“Por ahora, se encuentra en etapa piloto, con algunos clientes, para documentar el uso de tecnología generalmente aplicada en astrofísica”.

Al enfermar su padre Antonio de Jesús dejó la carrera de aeronáutica. Para aliviar la situación económica, realizó un proyecto agrícola aplicando sus conocimientos de la tecnología usada en aeronáutica. Participó en Startup Weekend de Tuxtla Gutiérrez y el proyecto ganó primer lugar.

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También el de Entrepreneur de Endeaveour. Aunque el proyecto no se desarrolló, “a él le dio despegue” y, más tarde, desarrolló un sistema automatizado para invernaderos de café en Comitán, recibió una incubación en Lab MIT, además de una beca, por parte de Wayra y la Secretaría de Economía, para un workshop de design thinking, diseñado por la Universidad de Stanford. Posteriormente, en un Foro de investigación e innovación organizado por Sagarpa y Universidad de Chapingo presentó un sistema de fertilidad de suelos enfocado a café, por el que recibió ofertas de Monsanto. Sin embargo, rechazó el ofrecimiento pues “su visión es apoyar a la base productora”.

En este largo trayecto, Antonio de Jesús ha visitado numerosas zonas agrícolas y ganaderas, ha viajado al extranjero y conocido a mucha gente. Eso le ha dado la oportunidad de percibir los límites culturales que reducen el desarrollo comunitario y la necesidad de hacer algo.

Empezó con charlas en las universidades, lo invitaron como mentor de hackatones y creo comunidades de estudiantes. Estructuró un plan para apoyar ciudades productivas, donde se desarrolle software, como una alternativa paralela al estado. Este plan quedó entre los 250 mejores de 7 mil presentado en la convocatoria de Young Leaders of the America. Hoy, tiene un espacio, ha creado una agrupación: #Chiapas que organiza hackathones, entre otras muchas actividades.

Propositivo e inquieto, Antonio de Jesús no descansa, como gota que cae en la piedra, busca fomentar el aprendizaje y darle un sentido y valor a la tecnología, pero sobre todo al ser humano.

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