Cuando Dante Juárez estudiaba en el Tecnológico de San Luis tenía claro que al terminar la ingeniería en sistemas no iba trabajar para alguien más, quería emprender e innovar en el sector agrícola.
“Tenía una idea vaga para optimizar el riego en las cosechas, pero al investigar me di cuenta que el verdadero problema de los agricultores no era el riego, sino la administración del agua”.
Así fue como en 2015 Dante fundó Magros, una plataforma de monitoreo de riego en tiempo real que planifica los cultivos con base en estadísticas exactas basadas en el estado del tiempo.
“Si los agricultores tuvieran más información climatológica, el éxito de sus cosechas aumentaría en un 25 por ciento, por eso recabamos todos los datos sobre sus cultivos en un módulo instalado en infraestructura ya existente que recibe la información y permite un mayor control y cuidado de los cultivos”, explica Dante
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Gracias a una app de descarga gratuita, el agrónomo da seguimiento a su plan de riego personalizado y tiene la posibilidad de tomar acciones ante tormentas inesperadas, así como prender y apagar el suministro de agua de manera remota.
Su objetivo es innovar en el sector agrícola en México y tecnificar la industria al nivel de Estados Unidos, España y Holanda. La empresa opera actualmente en San Luis, pero la parte de la instalación de riego está en Ciudad Mante, Tamaulipas y la construcción de hardware y maquila tiene sede en la Ciudad de México
El equipo de trabajo de Magros está conformado por seis fundadores entre ingenieros mecatrónicos, en sistemas y ventas que tienen como plan llevar la empresa a todo México y el mundo.
“Tenemos pláticas con Puerto Rico, Colombia y Perú. Ahora estamos iniciando un proyecto con sistemas de riego para viñedos en Barcelona y Andalucía y queremos llevarlo a cultivos de flores en Holanda; el plan es estar en Sudamérica el siguiente año y en Asia en 2019”.
Magros fue elegido en 2015 como uno de los 100 mejores proyectos a nivel nacional del programa POSiBLE, además formó parte de la incubadora potosina Startup Lab y de la aceleradora Smart Impact, donde desarrollaron prototipos electrónicos de alto impacto que ahora venden en Ciudad de México, Tamaulipas y Michoacán
Desde sus inicios, la empresa ha trabajado con instituciones como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación.
Para Dante ha sido muy gratificante crear una empresa donde puede colaborar con personas comprometidas con la causa que aportan una cadena de valor importante al negocio y a quienes además les entra el chip emprendedor.
“Se necesita mucha paciencia, perseverancia y crear un proyecto de alto impacto y sustentable; la mayoría de las veces te van a decir que no puedes, y debes tener la seguridad para decir: puedo y lo estoy haciendo”, finaliza Dante.
REPL