Consciente del potencial creativo mexicano, Ana Luz Díaz fundó hace tres años la tienda en línea de diseño nacional Hecho y Derecho, una plataforma que dignifica el trabajo de artesanos y artistas a través del comercio justo.
“Para los diseñadores es complicado vender en tiendas departamentales porque les piden una producción muy grande que cuando estás empezando es difícil costear”, explica Mónica Soto, directora de marketing del proyecto.
Hecho y Derecho respeta la mano de obra de las comunidades y garantiza al comprador la originalidad y calidad de las piezas. Además, sólo trabajan con maderas de bosques sustentables. Su diferenciador es darle el valor justo a quién lo hizo y a quién tuvo la idea de creación.
“Nosotros no vendemos nada de importación, sólo productos hechos con materia prima nacional y mano de obra mexicana. En la página puedes comprar todo lo que necesitas para amueblar y decorar tu casa; desde un sillón hasta un florero”, agrega Mónica.
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Al consumir mobiliario y accesorios mexicanos estás comprando un diseño que se adapta a la antropometría de México, así como a la forma de vida y a los climas del país.
La plataforma tiene alrededor de 25 diseñadores y más de 20 marcas de distintas ciudades como Oaxaca, Guadalajara, Monterrey, Querétaro y Ciudad de México.
El objetivo es difundir sus más de 300 productos, simplificar la compra en línea para el cliente y eliminar procedimientos prescindibles como inventarios infinitos, bodegas y una tienda física.
“Tenemos clientes de todo el país: Los Cabos, Cozumel, Veracruz...estamos haciendo alianzas con blogs y revistas de diseño para llegar a más personas y además les pedimos a los diseñadores que ellos mismos lo divulguen en sus redes”, explica Mónica.
Hecho y Derecho funciona bajo un esquema de colaboración abierta y regalías. Uno de los objetivos de Ana Luz y sus dos socios fundadores era lograr un espacio de inclusión para los nuevos talentos que además fuera responsable con el medio ambiente.
El proyecto ha tenido el apoyo de Fondeadora y de la comunidad de emprendimiento Numa, quienes los apoyaron en la fase de arranque del proyecto en el 2014. Actualmente tienen cuatro colaboradores en distintas áreas: operación, ventas, distribución y marketing.
“La gente ya nos reconoce y empieza a entender el valor de nuestro concepto, saben que no les estamos ofreciendo una copia y eso les gusta tanto que nos recomiendan. Nuestra intención es que más gente nos conozca”, finaliza Mónica.
REPL