En el estrado, la cámara enfocó a Matthew Stafford y el quarterback, con una mueca de satisfacción y gusto, mandó un saludo a todos sus detractores y los que no creían que sería campeón el Super Bowl LVI o en algún punto de su carrera. Vaya que todos ellos se equivocaron.
Pasó 13 años sombríos con los Detroit Lions, con quienes fue de lo poco destacable en la institución –pese a una buena mancuerna con el hoy miembro del Salón de la Fama Calvin Johnson–, hasta que por fin alcanzó la gloria con Los Ángeles Rams. “Estoy muy contento por este equipo, es todo un honor estar con estos chicos, son espectaculares y dejan el corazón y el alma por este equipo”, aseguró el quarterback, que terminó el partido con 26 pases completos de 40 intentos, con 283 yardas y tres anotaciones, aunque también le interceptaron dos veces.
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“Esto es fruto del trabajo duro, trabajamos muchas horas juntos para hacer estas jugadas. Yo estoy muy orgulloso de todos, porque aparecieron en el momento preciso, para hacer grandes jugadas y me da mucho orgullo formar parte de todo esto”, dijo poco antes de que el propio Burrow fuera a felicitarlo por el triunfo conseguido.
“Hombre, claro que estoy tan orgulloso de este equipo, la forma en que nos preparamos, la forma en que nos queremos, confiamos el uno en el otro”, apuntó Kupp una vez que se reveló su reconocimiento como el Jugador Más Valioso de este Super Bowl.
Lo más interesante es que este hombre tenía mucha fe en ser campeón de la NFL, pese a que se perdió la última vez que los Carneros jugaron el Súper Domingo. “Dios me lo dijo. Cuando perdimos el Super Bowl LIII contra Patriotas (de Nueva Inglaterra), que íbamos a volver a jugarlo y que íbamos ganar el Super Bowl y que yo iba a ser el MVP. Eso se lo dije a mi esposa, pero a nadie más”, reveló el receptor en conferencia de prensa. Seas creyente o no, estas son historias que vale la pena conocer
Un sueño hecho realidad
Después de realizar la captura decisiva, era inevitable no sentir alegría. Eso le sucedió a Aaron Donald, el corazón de la defensa de Los Ángeles Rams, un tres veces Jugador Defensivo del Año, futuro Salón de la Fama de la NFL… y ahora campeón del Super Bowl LVI. Se le veía señalando a su dedo anular y decir que el trofeo se quedaba en casa; por fin cumplió su deseo y festeja como nunca.
Y una vez que se puso la playera con la leyenda “¡Rams campeón!”, no había forma de aguantar las lágrimas. “Estoy muy feliz, soñé mucho con todo esto y miren esto. ¡Todo es real!”, dijo el liniero defensivo, mientras apuntaba alrededor del SoFi Stadium: era campeón en su propio estadio y con su gente. “Me siento maravilloso y genial”.
Durante todo el partido, Donald le dejó claro a Burrow que no iba a sentirse cómodo en ningún momento. De las siete veces que el quarterback de los Cincinnati Bengals fue capturado, dos las hizo Aaron, incluida la del título. “Tener la oportunidad de hacer esa gran jugada y darnos el título. Dios es grande, estoy muy agradecido y no sé qué decir… estoy muy bendecido”.
Un campeón para la historia
Lo de Sean McVay es digno de reconocer. No solamente es el head coach más joven en debutar en la NFL, ya es el campeón de menor edad. “Denme una cerveza”, dijo una vez que se sumó a la mesa de NFL Network para hablar del histórico triunfo de los Rams.
Con solo 36 años, McVay es más joven incluso que Andrew Whitworth, el liniero ofensivo que se proclamó campeón de la NFL, incluso que Tom Brady. Mientras encontramos jugadores de mayor edad que siguen en los emparrillados, McVay ya es una de las mentes estratégicas más importantes de la actualidad y ve recompensado ese estatus con el Vince Lombardi.
Está en su mejor momento y pide a todos que disfruten el presente, que se diviertan y sientan este título por el que han trabajado por tanto tiempo. “Estoy muy feliz por este equipo en este momento. Tan feliz de estar asociado a él. Definitivamente vamos a disfrutar de esta noche”, aseguró el entrenador en jefe.
MGC