Los Carneros de Los Ángeles son el vivo ejemplo de que a veces hay que apostarlo todo. Los Rams ganaron el Super Bowl LVI gracias a una serie de decisiones tomadas y, en gran medida, al liderazgo de Sean McVay, un head coach que ha hecho historia a tan joven edad.
En 2017, tomó las riendas de los Carneros, convirtiéndose en el entrenador en jefe más joven de la NFL; en su segundo año, los angelinos llegaron hasta el Super Bowl LIII, pero perdieron ante los Patriotas. Pero lejos de perder fuerza con esa caída, el equipo trabajó para mantener el nivel y conseguir el ansiado trofeo Vince Lombardi, con lo que McVay se consagró a sus 36 años y 20 días, en el head coach más joven en conseguirlo y los Rams son campeones por segunda vez.
“Competimos con nuestros productos, pero ganamos con nuestra gente”, aseguró McVay en conferencia de prensa, un día después del título y con el trofeo en sus manos.
Fueron muchas las claves que jugaron un papel fundamental para el ascenso al éxito de los Carneros, entre grandes contrataciones en la agencia libre y canjes en los que se hipotecó el futuro, pensando en el presente.
Negociaciones exitosas
En la semana previa al Super Bowl LVI, Matthew Stafford desestimó la etiqueta de súper estrellas en LA, asegurando que lo más destacado de este grupo de hombres es su compromiso y ética de trabajo.
Pese a esto, no se puede negar que los Carneros hicieron un gran trabajo de oficina al adquirir piezas fundamentales.
Stafford fue la bomba de la última agencia libre, al llegar gracias a un canje en el que Jared Goff terminó en Detroit junto con un pick de tercera ronda de 2021 y las primeras selecciones en los Draft de 2022 y 2023. La realidad es que a Los Ángeles le hacía falta un quarterback de mayor impacto y lo encontraron en Matt, tercero mejor de la liga en yardas (4,886) y segundo mejor en TD (41).
A la defensiva, Von Miller fue una gran adquisición, un cazador de quarterbacks y un líder. Los Carneros mandaron picks de segunda y tercera ronda del Draft de 2022 a los Broncos de Denver.
No todo fueron canjes: Odell Beckham Jr. terminó en L.A. al ser liberado por los Browns de Cleveland y firmar un año con los de California, brindándole una nueva arma al completo arsenal de Stafford.
El hombre del momento
Cooper Kupp, el MVP del Super Bowl, es una garantía y no solo por lo conseguido en el año: su capacidad de meter a los Rams en el partido es impresionante, incluso con el último touchdown que, a la larga, fue el que aseguró el campeonato.
“Soy mejor como entrenador y como persona por estar cerca de Cooper Kupp... tipos como Cooper Kupp son la razón por la que eres entrenador”, aseveró McVay sobre su receptor, quien explotó su potencial en el año y hoy es el más efectivo al ataque.
Más allá de su Triple Corona de recepciones (líder del año en atrapadas, yardas y anotaciones) lo que Kupp ofrece es especial, al aparecer en los momentos críticos y hacer las jugadas que marcan diferencia. Cuando hay un partido tan apretado como el del domingo, contar con alguien como Kupp es una carta muy valiosa.
Defensa que intimida
Aquí estamos hablando de dos de los mejores hombres del equipo ambos tienen todo para tener su busto de bronce en el Salón de la Fama.
Debido a la inconsistencia de su línea ofensiva, Joe Burrow siempre estuvo presionado por Von Miller y Aaron Donald. El quarterback de los Bengalíes de Cincinnati fue capturado siete veces con 43 yardas para pérdida, incluida aquella con la que Donald aseguró el título.
El único problema es que no hay garantía de que Aaron siga, ante la posibilidad de que se retire. “No he hablado con él sobre su futuro con nuestro equipo. Espero que eso signifique que todavía quiere ser un Ram, porque tipos como él son la razón por la que entrenas”, aseguró McVay. Perderlo sería un duro golpe, pero los Rams tienen un buen equipo con el que mantenerse en la élite de la NFL.
FCM