El SoFi Stadium es donde se desarrolla el Super Bowl, pero la fiesta se vive varias cuadras antes a la redonda. Tan pronto uno se acerca, se da cuenta de que a Los Ángeles le hacía falta la fiesta más grande de la NFL. 29 años de espera terminaron y la ciudad siente esa magia y pasión que solo se siente con el evento deportivo más importante de Estados Unidos.
Miles y miles de aficionados se acercan al recinto de Inglewood, California, con la esperanza de llevarse un momento increíble. "Si es tu primera vez, vas a quedar fascinado, el Super Bowl es una experiencia de otro mundo y una fortuna para los que tienen un asiento en este partido", comentó Erick Monroy, de 12news.com, portal de noticias en español con sede en Phoenix, Arizona. De hecho, él viene de la Ciudad de México y lleva más de dos décadas en el país vecino; otro claro ejemplo del lado más luminoso en el sueño americano.
Monroy no se equivoca en ninguna palabra. Ya sea que vengas con un boleto, un hospitality, como medio de comunicación nacional o extranjero o como invitado a este gran juego, es claro que el ambiente que se vive aquí es de otro mundo. La pasión que le imprimen los asistentes es única, en el que puedes sentir que el resultado no evitará que haya una celebración, porque la alegría está garantizada en este tipo de eventos… más en un imponente inmueble como el SoFi Stadium, con una pantalla enorme de 360 grados y la más completa tecnología dentro y fuera.
El campeón es importante, eso no hay duda. Pero cuando sientes una fiesta como esta y la vives, te das cuenta de que puedes disfrutar del espectáculo y de toda la diversión sin importar el desenlace de la historia. En una ciudad tan mágica como Los Ángeles, a veces te das cuenta de que el final de la película es algo primordial, pero puedes disfrutar de todo el desarrollo, dejarte llevar por la vibra del lugar y perderte entre toda la magia con la que la NFL nos tiene acostumbrados desde hace muchos años. Es como una película en la que todas las escenas tienen su encanto… en la Ciudad de los Sueños, esto queda perfecto.
Dos colores, un sentimiento
Los ves llegar de azul y amarillo, fervientes seguidores de los Carneros de Los Ángeles, animados por el equipo de casa. "¿De quién es la casa? ¡La casa de los Rams!", dicen con júbilo los aficionados del campeón de la Conferencia Nacional. Es su grito de guerra y la consigna con la que encaran uno de los más emocionantes partidos del calendario.
Pero los aficionados de los Bengalíes de Cincinnati no se quedan atrás. "¡Gobiérnalo todo! ¡Es hora de gobernar la jungla!", contestan eufóricos aquellos aficionados que te encuentras acercándose al estadio y quieren vivir una experiencia de primer nivel. Algo es cierto, uno de los dos equipos sale siempre con un sabor de boca agridulce por quedarse a un triunfo del preciado Vince Lombardi, pero los otros tienen la dicha de celebrar el triunfo que más importa, el que te da el máximo galardón.
Desde el ingreso, se siente la emoción de todos y cada uno de los asistentes. No importa si pagaron por un boleto o forman parte del staff que trabaja para que este partido salga a la perfección, lo cierto es que todos tienen una sonrisa y se dejan llevar por la emoción, compran comida y bebida y, por supuesto, un recuerdo que les ayude a rememorar este partido y sirva como una anécdota que ya se puede contar días después en el hogar. "Es un sueño hecho realidad", dice un aficionado de Cincinnati, que visita L.A. por primera vez y que también vivirá su primer Super Bowl en carne propia.
La armonía y la cordialidad reina hasta en las personas más introvertidas. Las amistades se generan de forma instantánea: desde una sencilla petición como pedir que te tomen una fotografía o para platicar sobre el equipo al que le vas, el gran juego une a las personas en un mismo sentir y un deseo por formar parte de un suceso histórico, sin importar demasiado el resultado.
SFRM