China ofrece “el mejor ejemplo” del éxito de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como impulsora del comercio mundial, dijo Ralph Ossa, economista en jefe de la OMC, en una entrevista reciente.
Por medio de una serie de medidas efectivas en materia de crecimiento económico y comercio, el gobierno chino ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza, señaló Ossa.
China es un ejemplo de cómo el desarrollo impulsado por el comercio puede transformar un país, lo cual demuestra que los países en desarrollo de todo el mundo pueden salir de la pobreza si aprovechan el comercio internacional, afirmó.
En la edición 2024 del Informe sobre el Comercio Mundial, publicado el pasado lunes, la OMC presentó pruebas fehacientes de que el comercio ha desempeñado un papel crucial en la reducción de las disparidades de ingresos, así como en una mayor integración de la economía mundial.
El informe señala que, entre 1996 y 2021, la elevada participación del comercio en el PIB se vinculó de manera muy estrecha a un crecimiento más rápido en las economías de rentas baja y media, y las ayudó a reducir su brecha en el PIB per cápita en relación con el de las economías de renta alta.
En su informe anual sobre perspectivas comerciales, publicado en abril de este año, la OMC estimó que el volumen del comercio mundial de mercancías podría aumentar 2.6 % en 2024 y 3.3 % en 2025.
Sin embargo, Ossa advirtió que el comercio mundial enfrenta retos tanto cíclicos como estructurales. Los retos cíclicos se refieren principalmente al impacto del comercio en la situación macroeconómica, con unos resultados comerciales inferiores a los esperados, sobre todo en Europa; los estructurales se derivan, en gran medida, de las tensiones geopolíticas que crean fricciones comerciales.
Ante los retos mencionados, reforzar la cadena de suministro global es fundamental para el comercio internacional, indicó Ossa, y añadió que las medidas para facilitar el comercio adoptadas por China, como la organización de la Feria Internacional de Importaciones de China y la Feria Internacional de la Cadena de Suministro de China, favorecen el comercio mundial.
En relación con el creciente proteccionismo comercial, Ossa afirmó que “menos comercio no promoverá la integración... la verdadera integración exige una estrategia cabal que una el comercio abierto con políticas nacionales de apoyo, por un lado, y con una cooperación internacional eficaz, por otro”.
En su opinión, los aranceles no suelen ser la mejor herramienta para proteger a los trabajadores. El informe de la OMC sugiere aplicar políticas nacionales para ayudar a los trabajadores a conseguir oportunidades de empleo, lo que constituye “un enfoque más eficaz que el proteccionismo”.
Es necesario esforzarse en tres aspectos para que haya más economías que se beneficien del comercio internacional: reforzar la aplicación de los acuerdos pertinentes de la OMC; actualizar el libro de normas de la OMC para adaptarlo a las futuras tendencias de desarrollo; y reforzar el intercambio de información, comentó Ossa.
“Al extender la integración comercial a más economías, personas y temas, creo que podemos hacer que el comercio forme parte de la solución a los retos más apremiantes de nuestro tiempo”, concluyó Ossa.
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