Economía china, capaz de un crecimiento constante hasta 2035: exvicepresidente del Banco Mundial

El factor más importante en los cambios de la economía del mundo en los últimos años es el ascenso de China en distintas ámbito e industrias

La Feria de Importación y Exportación de China, también conocida como Feria de Cantón, en Guangzhou. (Xinhua/Liu Dawei)
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Beijing /

El mundo actual experimenta cambios sin precedentes que no se habían visto en más de un siglo, y gran parte de estos cambios se deben al ascenso de China en la economía mundial. Desde el comienzo del siglo XXI, China ha emergido como un factor clave en el panorama económico global.

En el 2000, la economía china representó solo el 6.9 por ciento del total mundial, medida en paridad de poder adquisitivo. Sin embargo, para el año 2018, esta proporción aumentó significativamente al 16.8 por ciento, lo que supuso un incremento de 9.9 puntos porcentuales. Al mismo tiempo, la proporción del G8, que engloba a las economías más desarrolladas, cayó del 47 al 34.7 por ciento.

El ascenso de China ha causado preocupación por una posible trampa de Tucídides con Estados Unidos y esto se refleja en su condición de mayor potencia empresarial del mundo en la actualidad. Además, China es el principal socio comercial de más de 120 países y regiones, y es el segundo socio comercial de más de 70 países. Esta rivalidad económica y política entre Estados Unidos y China ha generado incertidumbre en todos los países del mundo.

Se estima que cuando el PIB per cápita de China alcance el 50 por ciento de los Estados Unidos se establecerá un nuevo patrón económico mundial. Este pronóstico se basa en tres razones fundamentales.

En primer lugar, la población de China cuadruplica a la de Estados Unidos, lo que significa que la economía china eventualmente superará a la estadounidense. En segundo lugar, las regiones desarrolladas de China, como Beijing, Tianjin, Shanghái y varias provincias a lo largo de la costa oriental, tendrán un PIB per cápita comparable al de Estados Unidos, lo que les permitirá alcanzar niveles similares en términos económicos, industriales y tecnológicos. Esto supondría una pérdida de la supremacía tecnológica de Estados Unidos sobre China.

En tercer lugar, si las grandes empresas estadounidenses no tienen acceso al mercado chino, podrían sufrir pérdidas de rentabilidad e incluso perder su posición de liderazgo en el mercado global. Dado que los empleos y el bienestar de los estadounidenses están ligados al comercio con China, es vital mantener una buena relación entre ambos países para el desarrollo económico, el empleo y la estabilidad social.

China posee tres ventajas clave en términos de potencial de desarrollo. En primer lugar, su bajo PIB per cápita en comparación con Estados Unidos indica un gran potencial de crecimiento anual, estimado en un promedio del 8 por ciento hasta 2035.

En segundo lugar, China se encuentra en una posición favorable para aprovechar la nueva economía basada en la tecnología digital, gracias a su gran población de mil 400 millones de habitantes, su vasto mercado interno y su sólido sistema de apoyo industrial. Esto le brinda ventajas para superar a otros países desarrollados en el ámbito tecnológico.

En tercer lugar, China tiene la capacidad de movilizar recursos a nivel nacional para lograr avances tecnológicos clave, si se enfrenta a cierta contención incluso por parte de potencias desarrolladas en algunas áreas.

Al tener en cuenta los desafíos actuales, como el calentamiento global, la reducción de la brecha entre zonas urbanas y rurales, el envejecimiento de la población y otros obstáculos, China podría mantener una tasa de crecimiento anual promedio del 5 al 6 por ciento hasta 2035. Posteriormente, con un potencial de crecimiento medio anual del 6 por ciento hasta 2050, se espera que China alcance un crecimiento del 3 al 4 por ciento durante ese período.

En un mundo lleno de incertidumbres causadas por la ciencia, la tecnología, la geopolítica y las catástrofes naturales, China se destaca como un país que ofrece estabilidad y desarrollo. Con el liderazgo visionario del Partido Comunista de China y los esfuerzos constantes de su pueblo para lograr el rejuvenecimiento nacional, respaldados por su vasto mercado interno y su enorme potencial de desarrollo, China se ha convertido en un rejuvenecimiento imparable.

En medio de un panorama político y económico mundial lleno de incertidumbres, el crecimiento y la estabilidad de China se mantienen como una certeza. Se espera que China continúe contribuyendo con alrededor del 30 por ciento del crecimiento económico mundial cada año, tal como lo ha hecho desde la crisis financiera internacional de 2008.

Nota del editor: Justin Yifu Lin es exvicepresidente sénior y economista en jefe del Banco Mundial, y decano del Instituto de Nueva Economía Estructural de la Universidad de Pekín. Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente las posturas de la agencia de noticias Xinhua.




GCM

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