Figuras de varios sectores de China y Estados Unidos se reunieron en Beijing, para pedir más intercambios entre ambos pueblos, en medio de las complejidades e incertidumbres en que se encuentran los lazos bilaterales.
Los invitados al Diálogo Popular China-Estados Unidos consideraron que los intercambios entre ambos pueblos en los ámbitos académico, comercial, cultural y deportivo, entre otros, pueden funcionar como un puente entre chinos y estadounidenses, y como una base para el desarrollo saludable de las futuras relaciones bilaterales.
El evento, que se celebró entre el miércoles y el sábado pasados, fue coorganizado por el Centro de Seguridad y Estrategia Internacional (CISS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Tsinghua, y el Comité Nacional para las Relaciones China-EE.UU. (NCUSCR, por sus siglas en inglés).
Da Wei, director del CISS, afirmó que los dos pueblos, que comparten una serie de creencias e intereses aunque también tienen diferencias significativas, pueden mejorar su entendimiento mutuo y fomentar su confianza y amistad por medio de los intercambios.
“A veces tenemos ideas, políticas e intereses diferentes, pero necesitamos entendernos”, dijo Da. “Ésa es la esencia de los intercambios entre los pueblos”.
Por su parte, Stephen Orlins, presidente del NCUSCR, elogió la relación entre pueblos como base de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Tras recordar el papel desempeñado por el Comité en la llamada diplomacia del ping-pong hace más de medio siglo y la forma en que “modificó de manera fundamental” la percepción que chinos y estadounidenses tenían unos de otros, Orlins instó a reforzar las relaciones entre pueblos que se han ido construyendo a lo largo de las décadas.
Para fortalecer las relaciones, los oradores se centraron en los intercambios entre jóvenes, con la esperanza de nutrir una nueva generación de futuros líderes que tengan un conocimiento bien informado del otro país.
Tras reconocer la iniciativa china de invitar a 50 mil jóvenes estadounidenses a visitar China y estudiar ahí, los representantes de las universidades pidieron más esfuerzos administrativos para facilitar los intercambios de estudiantes, como la simplificación de los trámites de visado.
Jeffrey Lehman, vicerrector de la Universidad de Nueva York en Shanghái, sugirió que tanto estudiantes chinos como estadounidenses estudien en el otro país durante un tiempo largo, en lugar de hacer sólo visitas breves, para conocer de verdad el país y la gente.
Los años universitarios son “un momento precioso” en el ciclo vital de una persona, dijo Lehman, y añadió que vivir y estudiar en un nuevo país puede resultar “verdaderamente transformador” para los estudiantes.
La estrella china del baloncesto Yao Ming, ex pívot All-Star de los Rockets, propuso que los jóvenes chinos y estadounidenses encuentren lazos emocionales en común mediante los juegos deportivos.
“Para los jóvenes, el deporte no tiene que ver sólo con la condición física, sino también con la formación del pensamiento y el espíritu”, afirmó Yao.
Alison Friedman, directora ejecutiva y artística de Carolina Performing Arts de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, cuestionó la idea generalizada de que “el arte es un lenguaje universal” y afirmó que, aunque el arte puede servir para tender puentes entre las personas, también requiere de un cierto nivel de exposición educativa y cultural para crear conexiones emocionales verdaderamente significativas.
Friedman sugirió que haya más artistas y académicos estadounidenses que vengan a China a aprender las formas artísticas tradicionales del país y viceversa.
De cara al futuro, Li Cheng, catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Hong Kong, espera que la generación más joven se convierta en una fuerza motriz clave para promover las futuras relaciones entre China y Estados Unidos.
RRR