Productos especiales de los países árabes, como dátiles, artículos de leche de camello y aceite de oliva, están en exhibición en el mercado en la avenida de arte cerámico Taoxichuan en Jingdezhen, China. Además, pinturas, esculturas y cerámicas de reconocidos artistas de 22 países árabes se exhiben en un museo local.
Mahdy Ahmed Saleh, un estudiante egipcio de la Universidad de la Cerámica de Jingdezhen, se sorprendió al ver que cada vez aparecen más características de su país natal en la ciudad donde estudia, una famosa “capital de la porcelana”, perteneciente a la provincia de Jiangxi, al este de China.
De hecho, hace cientos de años que la esmaltina, ingrediente utilizado para hacer la famosa porcelana china azul y blanca, fue importada desde los países árabes.
La pasión por la cultura cerámica de China llevó a Saleh a estudiar cerámica en Jingdezhen desde hace tres años. Para Egipto y otros países árabes la cerámica es una de las tarjetas de presentación más famosas de China, dijo el estudiante egipcio en entrevista.
Saleh ha tenido una experiencia cultural extraordinaria en esa pequeña ciudad china: sus maestros han trasladado sus clases prácticas a sitios arqueológicos, museos y edificios antiguos.
En ambos sentidos de las carreteras en Jingdezhen las luces de la calle están decoradas con porcelana azul y blanca. Puede haber cinco o seis museos de la cerámica en una sola calle, y las obras de arte creadas con este material se pueden ver en todas partes. Esto es algo de lo que más le ha gustado a Saleh.
Actualmente, el proyecto de investigación de Saleh en Jingdezhen se basa en el estudio de la cerámica china desde la dinastía Tang (618-907) hasta la dinastía Ming (1368-1644).
“Los caracteres árabes aparecieron en las obras de arte de porcelana china en la dinastía Tang. Después del desarrollo en la dinastía Song (960-1279) y la dinastía Yuan (1271-1368), los caracteres árabes en porcelana china se volvieron más comunes en la dinastía Ming”, comentó Saleh. “Esto verifica el desarrollo de las relaciones entre China y los países árabes”, aseveró.
El joven de 30 años dijo que espera quedarse en China después de graduarse, ya que los intercambios y la cooperación entre el gigante asiático y los países árabes se han fortalecido aún más.
“Si tengo la oportunidad, me gustaría trabajar en un museo o en un departamento de arqueología”, comentó.
A orillas del río Nilo, en El Cairo, capital de Egipto y ciudad natal de Saleh, empresas chinas de construcción han forjado un nuevo vínculo entre ambos países.
La Iconic Tower, un proyecto clave que diseñaron conjuntamente China y Egipto según la Iniciativa de la Franja y la Ruta, está en construcción en el distrito central de negocios de la nueva capital administrativa de Egipto, a unos 50 km al este de El Cairo.
Para ello, un grupo de jóvenes chinos trabaja incansablemente en la torre de 385.8 metros de altura, la cual se espera que se convierta en el rascacielos más alto de África una vez terminado. El proyecto ha creado más de 30 000 empleos en Egipto.
Yan Yueping, ingeniero de seguridad de CSCEC Egipto, una subsidiaria de China State Construction Engineering Corporation (CSCEC), es el encargado de garantizar el progreso de la obra.
“Aprendimos el idioma de nuestros colegas egipcios y ellos también aprendieron chino con nosotros”, mencionó Yan, y agregó que la cooperación entre China y Egipto ha promovido los intercambios culturales y el entendimiento entre ambas naciones.
A propósito, cabe mencionar que desde octubre de 2022 cuatro países árabes (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Túnez) han anunciado que incluyeron a China en sus sistemas educativos nacionales. Asimismo, un total de 15 países árabes inauguraron departamentos de China en sus universidades, y 13 han establecido un total de 20 institutos Confucio y dos aulas Confucio independientes.
RRR