China tiene un compromiso muy firme en la lucha contra el VIH/sida y su erradicación, afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).
Este compromiso se demuestra en diversos niveles, desde los altos dirigentes hasta los gobiernos de menor rango, y desde las instituciones hasta las comunidades y el sector privado, dijo la jefa del ONUSIDA en entrevista para Xinhua.
Byanyima, quien también es secretaria general adjunta de las Naciones Unidas, acaba de concluir una visita a China para reforzar la colaboración y avanzar en los objetivos compartidos.
Durante su visita, se firmó un memorando de entendimiento sobre cooperación estratégica entre China y el ONUSIDA para impulsar los esfuerzos conjuntos en campos relacionados.
En los últimos años, el gobierno chino y las autoridades de salud han concedido gran importancia a la prevención y el control del VIH/sida, y adoptado una serie de medidas que han dado resultados notables.
El VIH/sida se ha controlado con eficacia en China, que tiene un bajo nivel de prevalencia, y tanto los nuevos contagios como la tasa de mortalidad disminuyen cada año.
La transmisión de la enfermedad que se da por transfusiones de sangre y productos sanguíneos ya está prácticamente eliminada. Las transmisiones de madre a hijo y por consumo de drogas intravenosas han descendido hasta mínimos históricos.
“China tiene un gobierno que da prioridad a las personas”, afirmó Byanyima, quien cree que el país cuenta con las instituciones, los recursos y la voluntad política necesarios para ganar la lucha contra esta enfermedad.
En la escala mundial, tanto los nuevos contagios como las muertes relacionadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) han disminuido. Sin embargo, el progreso es desigual en las distintas regiones del planeta, señaló Byanyima.
“África, que tiene el mayor número de personas seropositivas, es, por fortuna, la región que avanza más rápido”, explicó. En otras regiones se ha producido un aumento de nuevos contagios, sobre todo entre determinados grupos vulnerables.
Es necesario acelerar los esfuerzos a fin de que, para 2030, se alcance la meta de acabar con el SIDA como amenaza para la salud pública, que es uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.
China, como país en desarrollo, desempeña un papel importante en la lucha mundial contra el VIH/sida, declaró Byanyima. China ha sido miembro del ONUSIDA desde la creación del programa en 1996, y desempeñado un papel de liderazgo al brindar apoyo y asesoría en aspectos como la toma de decisiones, los recursos y las políticas, indicó la responsable del programa.
“China contribuye de manera muy positiva a la salud mundial y, en particular, a nuestra lucha contra el VIH/sida”, añadió.
Byanyima resaltó la importancia de la respuesta comunitaria al VIH/sida para la detección precoz de nuevos contagios y para hacer frente a la estigmatización y discriminación de las personas que viven con el virus.
Durante su estancia en China, visitó comunidades y aprendió cómo trabajan ahí para luchar contra el sida en colaboración con el Gobierno, algo que considera fundamental.
Byanyima también hizo hincapié en el aumento de la inclusión social de las personas que viven con VIH, así como en la lucha contra la desigualdad de género para acelerar los esfuerzos encaminados a poner fin a la epidemia de VIH/SIDA.
FCA