La importancia de la educación musical en los niños, impacta en puntos clave de su vida y mientras más jóvenes sean, mejores beneficios obtienen. Aspectos emocionales, sociales y de salud resultaran de manera positiva gracias a esta práctica, no importa si se determinan a elegir la música como profesión o no, no hay que restringirles la expresión artística.
Por ello, Daniel Rivas, destaca 5 beneficios indiscutibles al experimentar el ámbito musical.
1: Desarrollo social
Al iniciar en la música se entra en contacto con uno mismo y esto permite tener mejores vínculos con las personas inmediatas al músico. El menor tendrá una conexión interna con su ser que se verá reflejada al exterior, equilibrando el manejo de sus relaciones sociales, pues la disciplina en música brinda estabilidad y bienestar personal.
"Una persona con cualidades o acercamiento a la rama artística, va a tener más aporte positivo a la sociedad, se dedique profesionalmente a este enfoque o no. Te da un criterio humano, con la oportunidad de expandirse".
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2: Agilidad mental
El director del Instituto asegura que "hay un estímulo del cerebro donde diferentes zonas de los hemisferios se activan con la actividad musical, zonas que no suelen reforzarse diariamente". Esto significa que la actividad cerebral está en constante ejercicio y gracias a esto se desarrolla una destreza natural para realizar cualquier tarea del día gracias a la práctica musical.
3: Mejora el intelecto
Durante el aprendizaje en música existen reglas muy específicas, desde la ejecución, postura y el respeto de cada nota. Estas reglas aparecen desde los inicios de la materia pero Rivas Olivares comenta que son leyes que no están sujetas a solo música, la aplicación de estas puede llevarse a la vida diaria.
Proporciona un ejemplo: la armonía musical, que es la relación y orden de notas. Estas se unen y al hacerlo se busca que haya una lógica entre ellas, además de un respeto de tonos, todo se sincroniza y se crean combinaciones de sonidos que distinguen sensaciones como pena, alegría, dolor o tensión. Esto es lo mismo que pasa cuando las palabras secundan a las acciones y las emociones se manifiestan, el entrenamiento ofrece ese grado de pensamiento.
4: Afinidad con su instrumento
Daniel R. Olivares comenta que -al igual que las personas- los instrumentos tiene una personalidad y esta es muy parecida a la de su ejecutor. Si tu hijo o hija gusta de ser el centro de atención puede que se entienda con el violín pues es uno de los instrumentos que promete protagonismo. Por ello sugiere que los niños prueben diferentes instrumentos, no solo los que ya conocen, y descubrir cual empata mejor con ellos. Esto ayuda a expresarse mejor a través de la música, confían y hablan a través de su instrumento.
5: Corrección de conductas con música
Gracias al paso anterior, los niños son capaces de entrar en una autodisciplina, el instrumento involucra mantenimiento y dedicación para pulir detalles de ejecución pero también de conducta. El director del Instituto comenta que los niños terminan siendo una persona completamente distinta a la que eran antes de iniciarse en la música, son atentos, empáticos, aplicados y todo gracias a su determinación de ser mejores músicos pero también personas.