El deseo de lucir bien y mantener un peso adecuado se pueden presentar durante la adolescencia, pero para lograrlo de forma sana hay que acompañarlos en ese interés y mostrarles buenos hábitos de alimentación, de ser necesario llevarlos con un especialista que los guíe en sus rutinas nutricionales.
En México, 1 de cada 4 adolescentes tiene sobrepeso y 1 de cada 10 padece obesidad. Si desde la infancia o adolescencia se tiene sobrepeso u obesidad, hay muchas posibilidades de ser un adulto obeso con enfermedades crónicas.
El sobrepeso y la obesidad afectan la salud, figura, bienestar y estado de ánimo: son el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como: presión alta, diabetes, infartos, embolias, algunos tipos de cáncer, problemas de huesos y articulaciones, trastornos menstruales, depresión, baja autoestima y rechazo social.
Amelia de la Rosa Martínez, licenciada en Nutrición Clínica con diplomado en Alimentación a base de plantas, explica que poner a un adolescente a dieta no es recomendable porque es una edad en la que pueden padecer trastornos de conducta de alimentación, "cualquier regla estricta que se lleve o si tiene restricciones puede ser un factor para que desarrolle un trastorno de alimentación".
La especialista recomienda que se les enseñe a comer variado y de todos los grupos de alimentos, así como a reconectarse con las señales de hambre y saciedad, "es importante que ellos se den cuenta cuando se sienten satisfechos o cuando tienen hambre".
Señala que independientemente si es un adolescente que practica o no ejercicio, éste debe consumir proteínas de origen animal y vegetal, carnes de pollo o res, pescado; verduras y frutas de temporada, grasas saludables como el aguacate, semillas de linaza, cacahuate, almendras, así como los cereales avena, tortilla, pan, arroz y pastas, "estos últimos son fuente principal de energía del cuerpo. Mientras una alimentación esté equilibrada, será muy bueno para su desarrollo".
De la Rosa Martínez afirma que la cantidad de alimentos es dependiendo de cada persona, ya que esto va a medirse según sus actividades diarias como la práctica de ejercicio. Recomienda que las cantidades de alimento que se sirven en cada tiempo no sean muy estrictas, lo importante es adaptar el plato de cada momento se incluyan los grupos de alimentos y se tome en cuenta la rutina de vida".
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Finalmente Amelia comparte que cuando las mamás están buscando la introducción a la alimentación complementaria, deben asistir con un especialista "aquí se les asesora para que adquieran las técnicas y brinden a sus hijos una comida equilibrada. En la adolescencia se debe considerar si es él quien desea realizar ese cambio o mejorarlo para aprender a equilibrar su plato sin necesidad de restringir alimentos de manera drástica e ir quitando mitos sobre la nutrición".
El IMSS a través de una comunicado ofrece consejos para la nutrición como: tomar los alimentos en horarios regulares. El agua simple potable es más saludable, por lo que se sugiere se acompañe siempre los alimentos con esta bebida. Las bebidas endulzadas como los refrescos, jugos, néctares, agua endulzada y leches saborizadas, contienen azucares refinados, lo que contribuye a desarrollar sobrepeso y obesidad, por lo que se debe evitar. También comer despacio y masticar bien los alimentos.