Con información de la ONU, existen en el mundo mil 800 millones de jóvenes de entre los 10 y 24 años de edad. El Día Internacional de la Juventud es una celebración anual que busca promover el papel de los jóvenes como socios esenciales en los procesos de cambio y generar un espacio para desarrollar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que se enfrentan.
Este año se destaca como tema la educación, en donde resalta los esfuerzos que se hacen por conseguir una educación más inclusiva y accesible para todos los jóvenes.
El Día Internacional de la Juventud hace hincapié en el Desarrollo Sostenible: “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”. Se examina cómo los gobiernos, la juventud y las organizaciones dirigidas por jóvenes, además de otras partes interesadas, están transformando la educación para que se convierta en una poderosa herramienta para cumplir con la Agenda 2030.
Una educación inclusiva y accesible es crucial para lograr el desarrollo sostenible y puede desempeñar, además, un papel clave en la prevención de conflictos. La educación es fundamental para acelerar el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde la erradicación de la pobreza, a la salud, la igualdad de género, el trabajo decente y el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, la acción por el clima o las sociedades pacíficas.
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El reconocimiento de este papel crucial de la educación de calidad en el desarrollo de los jóvenes está ampliamente reconocido, así como el hecho de que un desarrollo juvenil integral beneficia a la toda la sociedad. Sin embargo, lo que pasa más desapercibido es que son los propios jóvenes los defensores más activos de la educación inclusiva y accesible.
Las organizaciones dirigidas por jóvenes, así como los jóvenes y las jóvenes a título personal, junto con otras partes interesadas y los gobiernos, trabajan para transformar la educación en esa herramienta fundamental tanto para el desarrollo sostenible como para la plena inclusión de varios grupos sociales.
Un ejemplo de ello son las organizaciones dirigidas por jóvenes que están transformando la educación a través de la promoción y presión, de asociaciones con instituciones educativas, y del desarrollo de programas de formación complementaria.