El impacto que la crisis sanitaria ha causado en los niños y adolescentes coahuilenses, se midió a través de un acercamiento virtual que permitió identificar que 95% de los alumnos desean volver a las aulas, y al 42.4% le molestan las clases virtuales.
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El Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Spinna) Coahuila contactó digitalmente a 53,219 niños de entre 5 y 8 años de edad, a 35,829 adolescentes y de 44,000 padres de familia, a través de un cuestionario mediante la plataforma de SARAPE, por lo que pudo conocer las emociones que la pandemia por covid-19 despertó en los menores coahuilenses.
La información fue pública a través de María Teresa Araiza Llaguno, secretaria ejecutiva de Spinna Coahuila, durante una ponencia virtual en la que apuntó que los niños y adolescentes extrañan a sus compañeros, amigos y maestros, sin embargo, también dio a conocer su preocupación y ansiedad ante la covid-19 y el estado de salud de sus abuelos, padres o tíos.
Las mujeres y su cercanía con niños y adolescentes durante la pandemia fue también evidente. Más del 90% de los cuestionarios fueron resueltos con el apoyo de mujeres: madres, abuelas o tías.
Aunque los chicos desean volver a sus escuelas para asistir a clases presenciales, 18.8% admiten que se sentirían incómodos compartiendo salón con sus amigos y al menos 16.2% confesó que no se sentirían muy seguros en el aula.
En los meses de aprendizaje en casa, el 98% de los alumnos menores de edad, según la encuesta, recibieron ayuda tanto en clases a distancia como en la realización de tareas, pero solo 69.8% se siente seguro de haber comprendido bien los temas y 3.1% considera no haberlos comprendido con la educación desde casa.
Violencia en casa
En la misma encuesta, se conoció que en tiempos de pandemia 70.43% de los menores de edad han recibido gritos. Se identificó que 7.1% han sido insultados, más de la mitad (55.4%) han sido violentados físicamente con nalgadas.
La violencia física y psicológica se ha normalizado por padres de familia como una forma aceptable de educación, porque así fueron educados, debido a que consideran a sus hijos como de su propiedad o porque desconocen la profundidad de los efectos que pueden traer las agresiones.
"Un ambiente de violencia repercute más de lo que pudiéramos creer, estudios relativamente recientes han podido comprobar los grandes efectos nocivos en el desarrollo del cerebro y de las funciones cognitivas al vivir en ambiente de violencia o negligencia", puntualiza Teresa Araiza.
Durante los tres primeros años de vida se desarrollan hasta 80% de las conexiones neuronales, de ahí la importancia de una crianza positiva, cariñosa, de evitar escenas de violencia alrededor del niño y, por supuesto, de establecer ese vínculo afectivo que será trascendental en el desarrollo de vida de cualquier ser humano.
3 datossobre la pandemia y la educación
- 95% de niños y adolescentes en Coahuila desean volver a las clases presenciales.
- 18.8% se sentirían incómodos compartiendo salón de clases con sus amigos.
- 70.43% de los menores de edad han recibido gritos durante la pandemia por covid-19.
Fuente: Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Spinna) Coahuila.