Entre mascota y personas se llega a crear un vínculo de amor, el cariño que los une es tan intenso que duele cuando se presenta un desapego por una muerte, pero, ¿cómo ayudar a los niños a superar esta momento?
Es importante saber que no todos tienen la capacidad de expresar lo que sienten, los padres hacen hasta lo imposible para que los hijos no experimenten dolor o tristeza, sin embargo, deben ser los adultos quienes acompañen a los niños para enfrentar de forma positiva el dolor ante la muerte de una mascota, aunque también los padres tengan un vínculo.
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Yazmín Adriana Hernández Moreno, tanatóloga en ‘Huellitas con Alas’, explica que lo primero que hay que hacer es ser empático, pero también explicarle a los hijos que el sentir dolor, tristeza, enojo, es parte de nuestra naturaleza como ser humano y que es la forma en que se vuelve antídoto en estos momentos.
¿Cómo expresarlos? Si como padres expresan de manera adecuada lo que sienten y las actividades dejan de hacerse de manera normal, ya que deciden darse un tiempo para experimentar ese sentimiento, analizar, tranquilizarse y buscar cómo encausarlo de manera positiva, los niños aprenderán hacerlo también.
"Cuando se trata de evadir un sentimiento de dolor, por lo general repercute y hace que se prolongue, porque el evadir lo que se siente te va a llevar a un tratamiento del duelo más largo. Un duelo mal procesado tiene un costo emocional muy alto, y es muy importante saber como padres explicarles a los hijos que no es malo sentir dolor".
Adriana Hernández menciona que es necesario enfrentarlo y aceptar ese dolor, ya que es lo que dará tranquilidad, "hay que aprender a honrar la vida de la mascota a quien amamos, debemos darle gracias, decirle adiós, de llorarle, de expresarle ya sea con un dibujo, carta o ritual. Esto se convierte en un momento de unión familiar, la mascota sigue regalando enseñanzas".
Refiere que es necesario explicar a los niños que la muerte es un proceso de vivir y que es normal y natural sentir dolor.
"Las mascotas nos dan todo, su amor, compañía, se les va a extrañar al no tenerlos físicamente pero esto nos prepara para disfrutar la vida de una manera diferente ya que lo que dan es muy valioso y se debe de aprender de ellos".
Para Adriana no importa si es hamster, conejo, gallo o la mascota que sea, con todos se crea un vínculo.
"Yo tengo un intenso amor por mi puerquito, me mudé y se quedó en Torreón, pero a pesar de que lo veía cada semana, al mes murió y hoy cargo sus cenizas a donde quiera que vaya. Vamos a estar juntos por siempre".
Afirma que el amor viene en diferentes presentaciones pero siempre hay que aceptar la separación física de la mascota, y esto solo se logra al respetar los sentimientos.
Adriana Hernández cuenta con crematorio Huellitas con Alas, que para conocer más sobre él pueden ingresar a su página de Facebook. Ahí se trabaja la cultura de respeto, dignidad y sentirse orgulloso de haber despertado, gracias a sus mascotas, sentimientos intensos de amor.
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